La democracia deliberativa funcionó. Después de semanas de entrevistas, consultas y muchas horas de deliberación, ayer la Junta de Gobierno nombró al doctor Leonardo Lomelí Vanegas como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el periodo 2023-2027. Una decisión que va mucho más allá de sus aulas y laboratorios. Su impacto es nacional, y trasciende el plano educativo.
En buena medida, de lo que haga o deje de hacer la Máxima Casa de Estudios depende el derrotero del resto de las universidades públicas de México. Dicen que “si a la UNAM le va bien en el presupuesto, también al resto de universidades”. En general es cierto, aunque a veces falla el adagio. De igual manera, si la autonomía de la UNAM es amenazada, es un signo de gran preocupación para las demás instituciones.
Así, la UNAM representa el liderazgo de la educación superior en nuestro país. También la preservación y fortalecimiento de los valores cívicos y democráticos.Esa es, ni más ni menos, la responsabilidad que asume su nuevo Rector.
La Junta de Gobierno, con el nombramiento del doctor Lomelí apuesta al diálogo y a la estabilidad, sin estridencias. El reto del Rector será, desde esa gobernabilidad, impulsar los indispensables cambios que requiere la UNAM, en un contexto cada vez más complejo y volátil. Sin estabilidad no se pueden impulsar cambios ordenados, pero la estabilidad y la gobernabilidad son valiosas solo cuando llevan a las reformas necesarias que demanda la educación delpresente y futuro. Es el dilema.
A las universidades se les exige colaborar con los gobiernos, al mismo tiempo que mantener su autonomía. Se les pide también dedicarse de forma persistente a la producción de conocimiento riguroso —la cual requiere de cierto ascetismo frente a la incesante coyuntura—, pero sin que se conviertan en espacios totalmente ajenos a los problemas cotidianos. A las casas de estudio se les estima, además, como refugios de la verdad e incluso reservas morales de la sociedad.
La mejor forma de defender el valor de la universidad y su autonomía es demostrar lo indispensable que es para la sociedad. Ese es el reto de la UNAM. Es el de todas las universidades.
