Cultura

Séptimo mes

Me inquieta, me saca de mi centro, me revuelve el estómago e incluso me resulta repulsivo y por más que uno espere que el tiempo haga su magia y a la banda se le olvide la inercia, es inevitable. Con el final de junio vuelve la necedad de involucrar al señor Iglesias en las ocurrencias que desde el entorno digital se van gestando. Y al parecer hay quien espera con ansia que eso suceda.

Como cada año desde hace un buen rato, la memiza se hace presente alrededor de julio y por más que se hayan vuelto hasta lugares comunes las gracejadas de esas mentes “ingeniosas” que hay en la web, sigue habiendo gente que lo mismo aplaude que comparte (lo cual es todavía peor) el ir y venir de constructos que tienen como protagonista al intérprete de Me va, me va, me va, me va, me va.

Y aunque, así como le va, le va, le va al españolazo, con la connotación castiza que se funda la empatía, así tendría que irle también a quien esto escribe, pero nomás no le encuentro mayor sentido qué esbozar una casi imperceptible sonrisa y sostener que este mundo sería un mejor lugar si la mitad de los afanes creativos que conforman el tren del mame en torno al papá de Enrique estuvieran al servicio de causas realmente productivas.

Porque indudablemente pensar en el cantante con una imagen superpuesta del juego de mesa Uno, para poner énfasis en el primer día del mes; o que Iglesias vaya en plan parvulario de la mano de un adulto en la puerta del colegio, indicando que es su primer día de escuela; o porque el madrileño se aparece en una reunión con sendas botellas de vino en cada mano celebrando que ha llegado.

O el tal Iglesias ataviado cual metalero de los 80, con una leyenda que sentencia “Parece que julio viene heavy”; el ibérico sentado frente a un caballete en plan plástico, con un texto que consagra “Julio pinta bien”; hasta la imagen de Iglesias con tijeras para arreglar el jardín y una frase que dice “Disfrutemos de los memes de julio mientras podamos”, así opera el imaginario colectivo.

Y no digo que no mueva a cierta risa, pero es curioso que no ocurra lo mismo con otro mes, como abril, por ejemplo, incluso habiendo opciones al respecto (ahí están Abril O’Neill, Avril Lavigne o Victoria Abril, pero creo que sonaban mejor en mi cabeza). Tal vez porque el verano pone cachondo al humor y, seamos honestos, porque Julio siempre ha sido un personaje memorable. Ojo alegre, sí, pero bonachón al fin y al cabo.


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Carlos Gutiérrez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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