En nuestro país es muy difícil imaginar un fin de semana o una reunión casual, fuera del estrés del trabajo diario, en el que esté ausente la cerveza.
México, es el cuarto productor de cerveza a nivel mundial y los mexicanos nos jactamos de ser grandes bebedores de este elixir, sin embargo, no estamos ni siquiera cerca de los consumos de otros países.
Por ponerle un ejemplo, el país más “chelero” es República Checa, en donde el consumo anual es de una tasa de 137.3 litros por persona, le siguen Polonia, con 98.06 y Alemania con 95.5. México, ni siquiera figura entre los 10 más bebedores, consumimos aproximadamente 68 litros al año.
Estos números, además de evidenciar que los Checos aman la cerveza, cuando se ponen en perspectiva contra el total de decesos ocasionados por este consumo, veremos tristemente, que ahí sí, México ocupa el séptimo lugar mundial con fallecimientos relacionados al alcohol.
El consumo de alcohol, mayoritariamente la cerveza, produce 3 millones de muertes en el mundo, además de ser factor causal de más de 200 enfermedades y trastornos.
Nuestra región no es la excepción, en los últimos tres años hemos experimentado un fuerte crecimiento de accidentes relacionados a esta situación y al parecer la cifra sigue creciendo.
Es entre los 18 y los 29 años cuando el consumo de cerveza se dispara en nuestro país, por consecuencia es en este sector poblacional donde más se suceden accidentes y decesos.
Consumir “cheves” no es el problema, bueno tampoco exageremos. Tiene beneficios adicionales, científicamente comprobados, como protegernos del Alzheimer y es más efectiva que cualquier crema antiarrugas, el problema es que no tenemos una cultura del “saber beber”.
A pesar de las campañas de concientización, operativos o reducción de horario, los accidentes continúan.
Los mexicanos amamos la cerveza, si queremos seguir así, debemos involucrarnos más en la educación de nuestros jóvenes.
Fomentemos un consumo consciente, la cerveza es y será una bebida que nos acompañe siempre, así que, en vez de culparla, mejor aprendamos y enseñemos a beber.
