Nuestro país atraviesa un momento difícil, los proclamados pilares de la 4T como lo son la seguridad, manejo de la corrupción, la salud y la economía no están arrojando los resultados esperados, por más que nuestro presidente recurra a sus desconocidos “otros datos”, México presenta una cara muy diferente a la imaginada y proclamada por el gobierno federal.
Hagamos un repaso de estos pilares y veamos datos oficiales proporcionados por el mismo gobierno.
En economía al día de hoy el casi 40% de los mexicanos no es capaz, con su sueldo, de comprar el total de lo que conocemos como canasta básica.
La productividad de nuestro país continúa en un -0.7% y eso nos coloca en el número 55 de un ranking entre 64 países competitivos, en lo que va de este año y medio de confinamiento ya somos 10 millones de nuevos pobres y más de un millón de empresas cerradas, la inflación se encuentra muy cercana al 6% y aunque le pese a nuestro Presidente, la deuda interna de nuestro país ha crecido un 17%, mientras que la deuda externa se ha incrementado 13%.
De los empleos mejor ni hablar, hay déficit descomunal en relación a la población y cuando hablamos de niveles salariales en el empleo formal, podemos decir que el 61% de los mexicanos, gana entre uno y dos salarios mínimos, el equivalente a ganar entre 3,696.00 y 7,393.00 pesos mensuales.
Cuando hablamos de seguridad la situación no mejora, los datos son duros y aun cuando López Obrador quiere taparlos o disfrazarlos la triste realidad le golpea la cara, el total de homicidios acumulados en lo que va de su sexenio asciende a 88,823, contra los 43,956 de Peña Nieto en ese mismo período, los 31,972 de Calderón y los 34,651 de Vicente Fox.
Su política de “abrazos, no balazos” ha dejado a casi 90,000 familias con un dolor profundo ante la pérdida de un ser querido.
Por otro lado los feminicidios han aumentado, tan solo en lo que va del año en un 7.1% y día a día vemos en los medios la triste situación que asola a muchas comunidades de nuestro país, en materia de emboscadas o masacres.
Si hablamos de Salud el panorama es desolador, más de dos millones y medio de mexicanos se han contagiado de COVID-19, hemos perdido a más de 250 mil; en este momento estamos entrando en una tercera ola de contagios y parece que a nuestro gobierno federal eso no le importa.
Los contagios se han incrementado en un 192.6% en las últimas 4 semanas y siguen a la alza. Si hablamos de medicamentos, sabemos de la falta de los mismos para tratar el cáncer o el sida, la falta de vacunas para completar la cartilla de vacunación, los constantes desencuentros que se dan en diferentes hospitales y el deplorable estado del proyecto INSABI.
Y en el manejo a la corrupción, se ha olvidado el caso Lozoya, el accidente de la línea 12 pasará al anecdotario, seguiremos escuchando acusaciones sin pruebas y la impunidad cada vez alcanza a más integrantes del primer círculo del gobierno federal y familiar del presidente, se ha olvidado la premisa de “primero los pobres”, por la de primero los sobres.
Así vamos, comenzando este cuarto año de gobierno, un gobierno que al menos en nuestros datos, ha dejado mucho que desear.