Hasta cuándo vamos a tener que seguir aguantando toda esa sarta de burlas, porque no puede llamarse de otra forma, que desde palacio nacional se dicen día con día.
Todos hemos sufrido o sabemos de alguien que ha padecido de alguna situación relacionada al covid-19.
Conocemos gente que se ha enfermado de forma leve o de forma grave, que incluso ha sufrido la desgracia de perder a sus familiares, personas que no tienen trabajo, gente que ha tenido que abandonar la escuela para buscar el sustento diario, aun con el arriesgue que eso conlleva, en fin, un sin número de situaciones que siguen sucediendo día con día y que aún no vemos la fecha en que esto pueda terminar.
Pero de entre todas estas calamidades, y con números fríos y por demás desgarradores, México es el primer lugar a nivel mundial en mortalidad de personal médico dentro de esta pandemia.
Esto no es nuevo, es una cifra maldita que no hemos sabido sopesar y que lejos de atenderla, parece qué al inquilino de Palacio Nacional le importa un comino.
Es denigrante escuchar al Presidente de México decir que los médicos privados deben esperar su vacuna hasta que “les toque”, siendo constantemente relegados, vaya usted a saber la razón.
De acuerdo con el Consorcio Mexicano de Hospitales, aproximadamente el 58% del personal médico de primera línea se encuentra con al menos una dosis de la vacuna anticovid.
Sin embargo, se ha detectado que el mayor peligro de afectaciones serias o incluso de muerte, no es precisamente en esta primera línea, es más bien en los médicos de primer contacto, es decir aquellos profesionales de la salud que tienen el primer contacto con el paciente contagiado y que en esa instancia son atendidos sin sopesar el peligro que eso representa; como era de esperarse muchos de estos médicos son privados y no están siendo contemplados dentro de las prioridades de vacunación.
El resto del mundo prioriza a su personal de salud por la exposición que se tiene, aquí en nuestro país, seguimos haciendo uso de la vacuna como un medio electoral, seguimos presumiendo millones de vacunas, sin utilizar y que para este gobierno son equiparables a cualquier utilitario que lleve la marca morena y que le acarree votos el día de la elección.
Este es el claro ejemplo de que a nuestro gobierno federal le importa muy poco su amado pueblo y solo lo busca con una finalidad electoral, aún costa de poner en riesgo su salud.