El próximo domingo estaremos viviendo, la que se ha llamado la jornada electoral más grande en la historia del país.
Las condiciones actuales políticas y sociales de nuestro México nos han mostrado un proceso electoral muy competido, muy polarizado y lamentablemente ensombrecido por el crimen.
Tal parece que en este juego electoral solo participarán dos bandos, blanco o negro, fifís o chairos, amlovers o conservadores, y es que la radicalización que vivimos y que nuestro gobierno promueva, nos ha llevado a olvidar que, sin importar las preferencias o nuestros colores, todos somos México.
En cada estado, municipio o rincón del país podemos pensar diferente, pero eso no debe llevarnos a la confrontación.
Si queremos que nuestro voto sea respetado, debemos de respetar el voto de nuestro prójimo, aún y cuando este no sea de nuestro agrado.
No podemos dividirnos y confrontarnos, como si fuéramos bandos que se encaminan a una inevitable pelea.
Si tenemos un gobierno federal que pretende dividirnos, no permitamos que suceda.
La premisa principal es solo una, buscar un México mejor.
En muchos lugares del país tenemos candidatos impresentables, ni modo, es lo que hay y aunque no nos guste, tenemos que votar por alguno, por el menos peor, porqué a final de cuentas, alguien debe ocupar el puesto para el que se postulan.
No permita que otros decidan por usted, salga y emita su voto, defienda su derecho.
Las elecciones de verdad están competidas, los pronósticos alegres que el gobierno oficial presentaba hace 60 días, han cambiado radicalmente y la moneda aún se encuentra en el aire.
Este 6 de julio salgamos a botar.
Sí, salgamos a botar de nuestro gobierno a todos aquellos que pretenden dividirnos y enfrentarnos, salgamos a botar a los que pretenden arreglar las necesidades de un país con rifas y boberías, salgamos a botar a los que prefieren pedir disculpas por eventos pasados, pero olvidan disculparse por los más de 220 mil muertos que su fallida estrategia ha ocasionado, salgamos a botar a todos los que callan y se esconden detrás de sus puestos, pero que en sus consciencias son perseguidos por tragedias como la línea doce, salgamos a botar de sus privilegios a todos aquellos que pregonan perseguir la corrupción y solo promueven las dádivas y el nepotismo.
Este 6 de junio, de verdad no olvides acudir a las urnas y botar. Sí, botar del poder a todos aquellos que quieren convertir nuestro país, en un país de cuarta.
