Nos acercamos a la recta final de una elección para la gubernatura de Durango muy cerrada.
Ambos equipos, me refiero a los que tienen posibilidades, han sido muy cautelosos en su accionar, saben que cualquier error a estas alturas podría costarles muy caro en las urnas.
Llama mucho la atención la estrategia del equipo morena, RSP y Partido verde, coalición mejor conocida como “juntos haremos Histeria”, de centrar sus iniciativas en proyectos que el mismo movimiento morenita se ha encargado de eliminar.
Primero tenemos la cantaleta repetitiva de la erradicación de la corrupción, discurso cansino, obsoleto e hipócrita por que un día sí y otro también se descubre un nuevo acto de corrupción, nepotismo o amiguismo en el gobierno federal o en sus homólogos municipales y estatales.
Después escuchamos que regresarán las guarderías, cuando ellos las quitaron.
Que regresaran los desayunos y comidas calientes a las escuelas, cuando también ellos eliminaron las escuelas de tiempo completo.
Regresarán los apoyos para el campo, apoyos que Morena también elimino. Curioso, Morena nos promete tener lo que ya teníamos y que ellos quitaron.
Pero de entre toda esta palabrería y con el pretexto de que se sigue respetando un pacto de no agresión, aparecen voceros de la candidata morenista, que en nada abonan a su causa y todo porque el discurso mediático que manejan deja más dudas que respuestas.
Por ejemplo, el especialista en conflictos y ahora porrista obradorista Hugo Rosales Badillo ha dicho hasta el cansancio que para que Durango reciba recurso, la gobernadora debe ser del mismo partido del Presidente.
Según Rosales Badillo, nuestro mandamás, prioriza entregar recursos a los estados gobernados por morena y sus aliados, lo que coloca a López obrador dentro de una práctica de favoritismo en donde nada tiene que ver el bienestar que tanto pregona para el pueblo mexicano.
Otro personaje como Marcelo Ebrard, también grita a los cuatro vientos sobre megaproyectos internacionales, que solo se darán si la candidata Marina llega a la gubernatura.
Por qué condicionar el apoyo federal, no es eso una amenaza o una afrenta a la ley electoral. A Morena le importa muy poco si el país se polariza o divide, no le interesa generar prosperidad u oportunidades, solo le interesa el poder por el poder.
De verdad la llave para que a Durango le vaya bien es que gubernatura y palacio federal sean de un mismo color. Veamos los gobiernos morenistas, en realidad han encontrado esa llave en Guerrero, Michoacán, Sonora, Sinaloa y sobre todo cree usted que nuestros vecinos zacatecanos, a quienes parece que el gobierno federal abandono, la hayan encontrado.
Así estamos después de tres años de promesas incumplidas, de un deterioro grave en economía, salud, infraestructura y sobre todo inseguridad, después de ver una política basada en demagogia y asistencialismo, en pocas palabras, después de ver el desmadre que Morena es como organización, realmente cree usted que tener un gobernador morenista nos va a favorecer.
Ejemplos como estos, sobran, Morena no ha querido, Morena no ha podido y sobre todo Morena no ha sabido gobernar.
