A estas alturas, dudo que alguien que gusta de los comics, no haya pasado por alguna sala de cine y disfrutado de lo que es Avengers: EndGame.
Y es que más allá de una simple película, es la culminación de una fase, con subidas y bajadas, que nos cuenta en una veintena de películas una jornada, un camino que era necesario cruzar, para que el mundo, al menos en la ficción, fuera un mejor lugar.
Las historias en el cine, nos divierten, nos hacen pensar, nos inspiran y para muchos, y me incluyo como el fanático que soy, las películas del Universo Marvel logran este cometido.
Nunca como antes público de diferentes países y culturas se mantuvieron expectantes e impacientes, por conocer el final de una historia, involucrando en su fanatismo a personas que tal vez, nunca habían mostrado interés por una historia de monitos.
Llegado el día, ahí estábamos impacientes por conocer los destinos del Capitán América, Thor, Hulk y compañía.
Esta temática, muchas veces realizada, de la jornada del héroe, no deja de asombrarnos. Los héroes son modelos necesarios en sociedades donde los valores se han vuelto relativos, al punto que cada uno de nosotros, acomodamos el accionar de estos personajes de acuerdo a nuestra necesidad.
Así tenemos ejemplos de gente honesta que no cede a un soborno, personas preocupadas por cuidar el medio ambiente, madres de familia que son capaces de trabajar, atender la casa, cuidar de niños enfermos y encima apoyarlos escolarmente, tenemos a gente que se parte el alma trabajando por sacar adelante a su familia.
Estos héroes mundanos, nos permiten creer en la humanidad y mantener viva la esperanza de que las cosas pueden cambiar, pero para que eso suceda, siempre debe existir ese alguien dispuesto a hacer las cosas.
Encontremos a ese héroe que está en nosotros, ya sea que nuestro súper poder sea cuidar una planta, ayudar a una persona a cruzar a la calle, recoger la basura o ponernos en el lugar de otro para entender sus necesidades y apoyarlo.
Todos podemos jugar un rol en esta historieta, también existen los malos, pero esos serán vencidos, en la medida de que nos convencemos, qué todos podemos aportar y con nuestro súper poder, hacer de este mundo, un mundo mejor.