Cultura

Pioneros LGBTQ

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Las luchas civiles exigen hombres y mujeres con valor para que sus derechos sean respetados en cualesquier sociedad: capitalista o comunista, nazista o estalinista, demócrata o populista. La intolerancia se detiene con batallas a través de siglos, décadas... Los pioneros de esos movimientos sexuales merecerían honores. Por sus nombres los conoceréis:

A los 41 en su conjunto, porque ellos no supieron nunca que dieron rostro a personas que amaban diferente y fueron objeto de sátira, cárcel, vejación, poemas y novelas. Al grupo literario “Contemporáneos”, especialmente a Salvador Novo, porque enfrentaron a homófobos —los escritores de la Revolución mexicana y los muralistas de la época—: burla, acoso, pérdidas laborales, que ellos respondían con poesía, sátira, maquillaje...

La conciencia crítica y mordaz de Carlos Monsiváis, que desde el clóset apoya a la infatigable directora de teatro, Nancy Cárdenas, para mandar cartas a diarios y revistas, buscando respeto a la minoría sexual. Ellos arrancan el movimiento homosexual y lésbico mexicano, junto al incansable Juan Jacobo Hernández, que desde finales de los 60 y la década de los 70 empuja a cientos a las calles para salir y gritar: “¡Estamos en todas partes!”.

Un hombre discreto, sereno, con la psicología por delante —Antonio Cué—, sana cuerpos y mentes para perder el miedo y salir a buscar la libertad plena, con su grupo Sex Pol. Juan Wörner Baz y Mauricio Peña, mecenas en el apoyo a semanas culturales gay que clandestinamente hacían en la calle de Ezequiel Montes, coordinada, sí, por su servidor. Ahí llegaron: el ideólogo Max Mejía, la guapa y estalinísima Yan María Castro, la feminista Claudia Hinojosa, el irreverente Xabier Lizarraga, la lucidez de Juan Ramón Enríquez y la voz incisiva de Bruce Swansey, sin faltar Alma Aldana, de sonrisa franca. Mención aparte, el implacable José María Covarrubias: dio visibilidad a la cultura de lo gay... Los 70 y 80 fueron tiempos de renovación, revocación, revelación, reintentos por la búsqueda de atrapar para nosotros el derecho a ser.

El alegre muchacho, poeta y pintor Arturo Ramírez Juárez ofrecía sus dibujos y pinturas para la causa, igual que el incansable defensor de causas perdidas, Antonio Salazar. Con el sida, los bares El 9 y El Taller, de Henri Donadieu y Luis González de Alba —respectivamente—, se solidarizaron con los luchadores por la atención a pacientes del VIH. No olvidar la librería sobre sexualidad, —“El Armario Abierto”, de Luis Perelman y Rinna Rieselfeld—, cuando muertes por el virus fueron la tragedia de los 80 y el grito de gays y lesbianas: “No vamos a morir, aquí estamos; aquí seguimos”.

Ojo: México no es diferente a otros países del mundo: mismas causas en iguales periodos del siglo XX por la reivindicación de derechos humanos. Y sin embargo, Estados Unidos, Francia, Inglaterra o Australia han honrado a esos rebeldes: con filmes, documentales, libros de investigación, homenajes. Aquí, aun cuando los movimientos LGBTQ son tan pioneros como cualquier otra capital mundial, apenas empieza a perfilarse que la gente que menciono merezca honores al resto de los universales. ¿Hasta cuándo?

Junio: mes del orgullo gay. ¡Sí señor!

Google news logo
Síguenos en
Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • [email protected]
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.