Dogman es más que un filme. Es la venganza a las injurias contra seres indefensos. Es la memoria literaria para recordar las bajezas humanas, con Shakespeare a la cabeza. Es reivindicar al cómic más allá de la simple industria hollywoodense. Es el personaje orillado al destino de los sótanos donde caen los desamparados. Douglas Munrow es el antihéroe queer que se desquita de los agravios familiares, laborales y sentimentales. Luc Besson no es un simple cineasta para ser calificado de malo o bueno: es el retorno de un cine con contenido.
Dogman es un guión inverosímil porque la realidad nada tiene que ver donde aparece el arte.
Besson aspira al arte cinematográfico que va del verismo a la ficción pura. Sus logros tienen momentos sublimes: ante el juego teatral o la discusión con su psiquiatra, en sus interpretaciones de Edith Piaf, Marlene Dietrich o una inmejorable Marilyn Monroe en el cuerpo de un travesti. Besson miente deliberadamente para sacar verdades de la realidad: la crueldad del hombre, el maltrato animal, la disparidad entre ricos y pobres. Las críticas al filme están amparadas en métodos inductivos sobre lo correcto para dirigir sin alterar al cine negro, las series de cómic desde la visión estadunidense; cuando Besson lo que pretende desde el principio de su carrera es libertad creativa siendo su propio productor.
Dogman no es una película de perros al estilo de las comedias insulsas que se han filmado para ganar dinero. Ver al animal en su aspecto más natural, sin romanticismo: es el humano quien da la capacidad de adaptarse o convertirse en violento socialmente. Una más de las enseñanzas del filme. Hay en eso un acercamiento con la obra de Alejandro González Iñárritu, Amores perros. Pero Besson apuesta por la conducción del hombre para escapar de la cruel realidad. Douglas Monrow lo interpreta Caleb Landry Jones, magistralmente. Elegancia, frialdad, dolor y resentimiento. La marca de la frustración en un mundo que lo rechaza. No le queda nada más que la venganza.
Ignoro qué es una crítica de cine pero esta es mi respuesta a los que han denostado Dogman. Todos deberíamos verla para encontrar el espejo de maldad o bondad que somos.
¡Vayamos a desquitarnos del mundo!