La oposición, sus voceros y numerosos intelectuales proclaman que estamos anidando en México una dictadura. Desde los burdos posicionamientos de personajes como Calos Alazraki o Pedro Ferriz de Con, hasta rebuscadas conjeturas de doctos orgánicos como Enrique Krauze, quien admite que extraña la “dictadura perfecta”. O críticos versados como Jesús Silva Herzog, que proclama que la subordinación al Ejecutivo de los poderes Legislativo y Judicial es un siniestro signo dictatorial. Resulta curioso que quienes hacen estas aseveraciones las confeccionan desde el pleno uso de sus derechos a la libertad de expresión en las cámaras, en la plaza pública, en los periódicos, la radio, las redes y la televisión.
Entonces: ¿Qué define una dictadura? La respuesta no es sencilla porque no existe un solo modelo de dictadura. En la historia reciente hay diversos patrones: desde las dictaduras militares, monarquías absolutistas y presidencialismos extremos como los que vivimos bajo los gobiernos priistas. Recordemos la exagerada concentración del poder que nadie se atrevía cuestionar y que ahora Krauze añora.
Una dictadura es un régimen político autoritario en el que una persona o un grupo de personas ejercen los poderes de manera absoluta, sin que ninguna ley o institución los limite. Hay coerción y violencia, física y psicológica contra la población. Incluso un régimen autoritario puede tener leyes, instituciones, incluido un parlamento con diputados electos, elecciones, pero siempre subordinadas al poder absoluto.
Las dictaduras se han distinguido por 1. Falta de elecciones: Las dictaduras no permiten elecciones verdaderamente libres y justas; 2. Concentración absoluta del poder: El poder se concentra, ilegalmente, en un pequeño grupo; 3. Represión de las libertades: En una dictadura, la libertad de expresión, de prensa, de asociación y de reunión suelen ser suprimidas para impedir cualquier disenso; 4. Control de los medios: las dictaduras suelen controlar los medios para manipular, justificar o enaltecer al dictador y suprimir las voces de las personas que se oponen; 5. Uso de la violencia y el miedo: La represión política, la intimidación, el arresto sin justificación, la tortura y en ocasiones las desapariciones o asesinatos son herramientas comúnmente utilizadas para mantener el orden y el control y 6. La sociedad es acotada: se suprimen o manipulan sindicatos y asociaciones gremiales.
Una dictadura es un sistema político de imposición violenta. Internacionalmente se pliegan a las posturas más conservadoras. Las dictaduras latinoamericanas se definieron defensoras de la civilización occidental y cristiana. ¿Vamos a una dictadura o vivimos las tensiones de un mandato de las mayorías?