El próximo 15 de septiembre harán 100 años en que Carlos Riva Palacio tomó protesta como gobernador mexiquenses. De manera continua hasta Alfredo Del Mazo, todos los gobernadores han sido miembros del PRI, que bajo diferentes nombres dominó el espectro político de México y del Estado de México. Durante la mayor parte de esos 94 años supo manejar a la oposición, comprándola.
Cuando la gobernadora Delfina Gómez Álvarez consuma la alternancia, los mexiquenses nos llenamos de avideces. Anhelábamos una transición rotunda, sabíamos que no sería tarea fácil pero nunca imaginamos lo espinoso y complejo que sería el advenimiento de un gobierno alterno a más de 90 años de potestad priista.
En términos económicos, la maestra Delfina recibe una entidad en desastre, bajo el imperio de una cultura de la corrupción que corroe tanto a las élites económicas como a sectores de la clase burocrática. Abandono ecológico, bajo el flagelo de las inundaciones, como falta de agua, incendios, basura con acumulación insalubre y tala inmoderada de árboles.
La gobernadora hereda, además, los contrastes de una sociedad económicamente polarizada. La Coneval indicó que, en 2023, 48.9% de los habitantes del estado vivían en situación de pobreza, lo que equivale a aproximadamente 8.3 millones de personas. En materia de seguridad en el Estado de México, durante 2024 se iniciaron 367 mil 922 carpetas de investigación; es decir, en promedio se denunciaron mil 8 delitos cada día. Las cifras oficiales colocan a la entidad en el lugar 25 de 32 en el Índice de Paz. El volumen de carpetas revela la dimensión del problema con 122 mil 206 investigaciones por robo, 3 mil 562 por homicidio, 3 mil 439 por extorsión y 73 por feminicidio.
Lorenzo Meyer en el estupendo prólogo en el libro que coordiné en 2017, “El Infierno Electoral”, enfatiza el peso del pasado autoritario del Edomex: “El Estado de México revela que el actual sistema político mexicano es, en realidad, un híbrido que mal combina ciertos rasgos democráticos con otros más numerosos del pasado autoritario. Y estos últimos amenazan con ser los factores determinantes del futuro político de México. Estado de México, donde, en política, el pasado mantiene una feroz lucha de retaguardia para minimizar las fuerzas del cambio provenientes de su entorno externo y de procesos internos”.
A 100 años, esta pesada losa de una cultura política corrupta y autoritaria es la que enfrenta la maestra Delfina.
