¿Es democrática la elección interna del candidato de Morena para las elecciones de 2024?
Daniel Cosío Villegas fue un economista, historiador, sociólogo, politólogo, ensayista y académico mexicano. Fue fundador del Fondo de Cultura Económica y del Colegio de México y miembro fundador de El Colegio Nacional y la Escuela Nacional de Economía la UNAM. Fue uno de los pocos críticos de Luis Echeverría Álvarez en los tiempos que se ejercía un presidencialismo recalcitrante.
Su ácida crítica en el periódico Excélsior se hizo visible sobre todo en tiempos de represión, esto causó molestia a Echeverría. En su libro “la sucesión presidencial” se narra cómo, en 1928 se llevó a cabo la primera muestra de lo que hoy conocemos como el “dedazo”. Se explica que una de las principales características que tenía que cubrir el perfil designado del futuro candidato era garantizar que se continuarían los planes y proyectos sociales, políticos o económicos más trascendentales que se habían implementado, por lo que la mayoría de las veces la persona elegida formaba parte del gabinete anterior debido a que conocía como era que se desarrollaba el plan gubernamental.
En “la sucesión presidencial”, Cosío Villegas alcanza la conclusión que el modo de transmisión del mando presidencial, conocido también como “el tapadismo”, las sentó Lázaro Cárdenas cuando se vio forzado a imponer su decisión ante la inminente victoria de Juan Andreu Almazán frente a Manuel Ávila Camacho, en las elecciones de 1940. Esta designación se fue perfeccionando hasta que se logró neutralizar cualquier oposición. El autoritarismo mexicano logró consolidar lo que Mario Vargas Llosa definió como la “dictadura perfecta”. Cosío sacó a la luz las mañas del sistema en una época de mucha represión.
El proceso que está llevando a cabo Morena, nos lleva a los tiempos del “tapadismo” ya que las “corcholatas” se deben apegar a las reglas impuestas desde palacio nacional, y se busca disminuir las ansias que están empezando a desbordarse entre los mismos participantes y, así se eviten futuras rupturas que pudieran afectar al movimiento de la 4T.
López Obrador busca, a través de estas reglas, seguir gobernando a través de su candidata, a quien ha respaldado y protegido desde su llegada al poder en 2018. La lealtad hacia el presidente es la principal cualidad de Sheinbaum, no hacia el movimiento ni hacia Morena. Ninguno de los otros aspirantes actuales de Morena y sus aliados a la presidencia tiene ese nivel de lealtad casi incondicional: no Marcelo Ebrard, ni Ricardo Monreal y el presidente lo sabe.
Con estas reglas, también se tienen la intención de tomar en cuenta a los perdedores de la encuesta para que reciban un premio de consolación y se evite que abandonen las filas oficialistas, pero también busca generar lazos de lealtad con el presidente saliente. En este caso, todos deberían su cargo al presidente saliente. Esta estrategia revela que las reglas están diseñadas para beneficiar a los que se encuentran más cerca del poder presidencial.
Sin duda, en cualquier sistema político la transmisión del poder es de suma importancia para garantizar la permanencia y estabilidad, de la institución que se representa en un solo individuo y que refiere al presidencialismo. Actualmente, el presidente de la república es el centro donde se originan las redes del poder y las decisiones políticas fundamentales. De ahí que la transición de un presidente a otro sea de tanta importancia y sea una verdadera demostración de fuerza y estabilidad.