Desafortunadamente, en México tenemos la tendencia de no construir las bases de un futuro prometedor para las próximas generaciones. La actual administración se encuentra perdida entre las telarañas políticas del poder y no ha entendido la importancia del medio ambiente en nuestro entorno. Es necesario considerar la reducción de gases de efecto invernadero y abandonar el uso de combustibles fósiles para sustituirlos con energías renovables y reducir la temperatura de nuestro planeta.
Esta es una tarea que no puede seguir esperando y se debe de cumplir con los acuerdos internacionales que esta nación ha suscrito a nivel internacional. El acuerdo de París fue firmado dentro del marco de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que establece medidas para la reducción de contaminantes que contribuyen a este fenómeno. Así, se pueden disminuir enfermedades relacionadas con la contaminación, atender los problemas de basura y eliminar los residuos nucleares.
Hoy más que nunca las energías renovables han cobrado gran relevancia y se han convertido en la opción más viable para impulsar el desarrollo y crecimiento de manera sustentable y económica.
Esta es una realidad a nivel mundial y las energías renovables se han consolidado como una firme alternativa para diversificar las fuentes de generación eléctrica, en la mayoría de los casos, sin emitir gases que dañen el medio ambiente.
Mientras tanto, en México las empresas eólicas han aprovechado el ambiente de ilegalidad y abuso que hemos venido consintiendo por años y han suscrito contratos poco claros y con escasos beneficios para los campesinos que aceptaron rentar sus tierras. En Oaxaca se ha acusado que las empresas que han colocado turbinas blancas no han pagado impuestos a los municipios involucrados en esta experiencia.
Esta semana, la Secretaría de Energía impulsó la política de confiabilidad, seguridad continuidad y calidad en el sistema eléctrico nacional, que pone en riesgo proyectos de inversión en energía limpia. Este acuerdo fue puesto en marcha enmedio de la tormenta del covid 19 y manifiesta la posibilidad de limitar la participación del sector privado en energías renovables para privilegiar a los combustibles fósiles.
Con esta medida se afecta la creación de un sinnúmero de empleos provocando la creciente preocupación que enfrenta la inversión extranjera en el entorno energético de nuestro país.
Con esta postura se acentúa la creciente incertidumbre que rodea a la inversión nacional y extranjera en nuestro país, además de que se vulnera la salud de las familias mexicanas.
Si no se atiende las irregularidades que rodean al sector energético, en un futuro no muy lejano la gente sufrirá graves inundaciones y olas de calor, que reflejará la falta de visión de la actual administración para atender los retos que enfrentaremos en unos años.