Lo visible de la cumbre fue una foto del Presidente López Obrador con cinco populistas de izquierda de la región latinoamericana, tres de los cuales son unos tiranos. Lo previsible de la cumbre fueron sus pobres resultados.
Fue el pasado domingo 23 de octubre que 10 países se congregaron en Chiapas para discutir las causas profundas de la migración irregular en la región. Al final, como en toda cumbre, emitieron una declaración conjunta. Una inútil declaración diría yo; y en el mejor estilo de quienes asistieron, no es sino una colección de buenos deseos irrealizables, porque la cumbre misma estuvo mal diseñada.
El primer problema fueron los invitados. Si una empresa tiene dificultades de ventas y organiza una reunión a la que invita a los ingenieros de producción, pero no a los ejecutivos de ventas, lo más probable es que la reunión resulte inútil. Estados Unidos, que es el país de destino de todos esos migrantes, no fue invitado. Una reunión sin el invitado principal resulta irrelevante.
Así fue la cumbre. Una reunión de demagogos que, como era de esperarse, terminaron comprometiéndose a hacer lo que de cualquier modo tendrían que hacer como presidentes de sus países, pero que no han hecho: fomentar el empleo, la educación, la seguridad energética, revitalizar el sector agrícola, garantizar la soberanía alimentaria y combatir el crimen transnacional, la corrupción y el tráfico de personas. Efectivamente, una lista de buenos deseos.
El problema final es que, como siempre, remataron.
Se mencionó el papel de las políticas estadounidenses en la migración, y se pidió a los países de destino que adopten políticas de inmigración acordes con la realidad regional y que eviten políticas que generen factores de atracción y expulsión. Esta parte podría hacer referencia a las políticas de la administración Biden que permitieron la entrada legal de venezolanos, nicaragüenses, haitianos y cubanos a EU.
Además, los países acordaron solicitar a los países de destino que amplíen las rutas migratorias regulares y promuevan la reintegración de trabajadores temporales. Las naciones también acordaron apoyar a Haití para mejorar su seguridad, política, economía y sociedad. Asimismo, se propuso un diálogo bilateral entre EU y Cuba.
Finalmente, México y Colombia propusieron una futura reunión de alto nivel sobre migración para 2024, aunque no se determinó una fecha específica.