Iniciamos las actividades escolares con una cotidianía más parecida a la previa a la pandemia, pero ahora con sus consideraciones, pues el Covid no se ha ido y coexistimos con otras amenazas para nuestra salud y vías respiratorias, así que cuidarse es muy necesario.
También el regreso a clases puede ser en la modalidad a distancia, o simultánea con la educación presencial, por lo que se requieren más programas de actualización docente que replanteen el proceso educativo de manera creativa y estimulante mediante actividades didácticas que promuevan en el estudiante la curiosidad y el interés por investigar y descubrir el conocimiento por sí mismo.
En este dinámico escenario sumamos una temática insoslayable que es la Cultura Ambiental, pues las consecuencias ante la falta de conocimiento y conciencia sobre la importancia de los recursos naturales generan problemas que enfrentaran las nuevas generaciones.
La Cultura Ambiental es necesariamente un proceso de enseñanza-aprendizaje interdisciplinario, que mueva al estudiante a la búsqueda de opciones mediante la indagación de sus ideas, y la formación de una conciencia colectiva.
La educación en la Cultura Ambiental requiere de una estrategia pedagógica diferente a la utilizada durante mucho tiempo, pues no es solo contar con conocimientos sino comprender que la realidad no está dividida en temas aislados, todo está interconectado y se requiere contar con una visión multidisciplinaria que trascienda la visión del mundo por secciones para comprender la necesidad de la participación, tanto colegiada como de la sociedad en general, para resolver los problemas que la sobrevivencia plantea.
Esta enseñanza requiere sustentarse en la formación de personas que puedan tomar decisiones y que atiendan los problemas ambientales de su localidad o entorno cercano.
Requerimos motivar un cambio en el comportamiento individual de los alumnos y en consecuencia de la sociedad, mediante la visión integral del recurso natural, propiciando la investigación por descubrimiento que promueva cambios en la cultura colectiva, requerimos fomentar la imaginación creadora que se desarrolla durante los años de aprendizaje como menciona Reyes y Gómez (2009). Es necesario abandonar lo memorístico para ofrecerle al estudiante espacios de exploración y retos que fomenten su creatividad visualizando un mundo interconectado.
Arlette López TrujilloFES Iztacala UNAM