La película **Múnich. En víspera de la guerra (Munich. The Edge of the War) está basada en la novela Munich del escritor británico Roberto Harris publicada en 2017. Novela y película, ambas ficcionadas, giran alrededor de la llamada Conferencia de Múnich que reunió a los jefes de estado de Alemania, Gran Bretaña, Italia y Francia en la capital de Baviera al sur de Alemania, para firmar la noche del 7 al 8 de septiembre de 1938 un acuerdo acerca del reclamo de Hitler sobre la región de los Sudetes y prevenir así la movilización de las tropas alemanas y la invasión de Checoslovaquia. Fue una tregua de un año antes de que Hitler desatara la Segunda Guerra mundial con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939.
La película dirigida por el alemán Christian Schwochow sobre un guión del británico Ben Power, se centra en Hugh Legar (George McKay), joven secretario privado del Primer Ministro británico Neville Chamberlain y Paul von Hartmann (Jannis Niewöhner), traductor adscrito al cuerpo diplomático de Alemania. El filme empieza en 1932, seis años antes del congreso y observa a los dos jóvenes en su fiesta de graduación en Oxford. Junto a la novia de Hugh festejan su amistad y Paul está convencido que su patria Alemana está por entrar a una nueva era. Seis años más tarde las esperanzas de Paul se han esfumado. Aterrado por el peligro que Hitler y sus planes de expansión busca a Hugh para que le ayude a informar a Chamberlain (Jeremy Irons) de los oscuros planes de Hitler.
Construidas como thriller las secuencias de la conferencia de Múnich atrapan por reunir a Chamberlain con Benito Mussolini, Édouard Daladier y Adolf Hitler. Sin embargo, el suspenso se centra en Hugh y Paul cuyo plan de hacerle llegar la información a Chamberlain, los convierte en una especie de espías. Con sus acercamientos y movimientos, la cámara subraya la tensión que llega a un clímax cuando Paul, quien colabora con la resistencia, se encuentra frente a frente con Hitler y vive un dilema ético de gran calado: ¿Se justificaría asesinar a Hitler para prevenir el horror de una guerra? La decisión de centrar la narración y el suspenso en dos jóvenes que se unen para prevenir el peligro que corre Europa, crea empatía en el espectador. Un espectador que, por otro lado, también está consciente que a Hitler y sus huestes ya nadie ni nada los podría haber frenado.
Como producción británica la película narra la historia del acuerdo de Múnich desde la perspectiva de Gran Bretaña. La dirección en manos de un realizador alemán respetó el idioma original de cada personaje y actor. Así resaltan las diferencias culturales, el ambiente de época y los estilos de comunicación. (Chamberlain, por ejemplo, se refiere a Hitler como Herr Hitler). Para el espectador el filme se convierte en una nueva pieza para conocer el origen de la Segunda Guerra Mundial. Un origen ligado a un reclamo territorial que creíamos superado hasta que otro jefe de estado con planes de expansión nos enseñó que la historia se puede repetir.
Annemarie Meier