La nueva película de aventura Jungle Cruise (Viaje por la jungla)de Disney me recordó las sensaciones que tuve cuando hace muchos años visité Disneylandia en Los Ángeles y tomé el famoso recorrido en barco por la “jungla”. En una barca repleta de turistas recorrimos unos canales acompañados de sonidos de selva y los ruidos y movimientos de hipopótamos que emergían del agua, cocodrilos que abrían sus fauces, delfines que saltaban, serpientes que se descolgaban de ramas de árboles en los que jugueteaban cacatúas. La voz de un guía advertía de los peligros y los pasajeros reaccionaban con divertidas exclamaciones de susto. La película Jungle Cruise dirigida por Jaume Collet-Serra no sólo se refiere a ese recorrido a través de una secuencia al inicio del filme sino que parece continuarlo durante el resto del viaje de aventura que narra. Al igual que Piratas de Caribe e Indiana Jones construye suspenso y sorpresas al evocar tierras exóticas, aguas, selvas y animales salvajes, vestigios de culturas antiguas, maldiciones, tesoros y magia.
La voz grave de un cuentacuentos nos introduce al mundo de las leyendas y los conquistadores mientras un navío se acerca por las altas olas del mar. La primera secuencia de selva remite a Aguirre, la ira de dios de Werner Herzog ya que observamos al conquistador español Lope de Aguirre atrapado en la selva amazónica cuya exuberancia natural contrasta con la secuencia siguiente: El auditorio de una asociación de científicos en Londres a principios del siglo veinte. La Doctora Lily Houghton (Emily Blunt), sentada en la tribuna ya que la asociación no admite mujeres, escucha cómo su hermano McGregor (Jack Whitehal) trata de convencer a los académicos de financiar una expedición para buscar en el Amazonas un legendario árbol con hojas que curan todas las enfermedades. Obvio que los anticuados científicos rechazan su petición y Lily se ve obligada a recurrir a su astucia y destreza física para hacerse de una punta de lanza que dará acceso a los milagrosos pétalos. La búsqueda del árbol curativo en Brasil reúne a Lily y su hermano con Frank (Dwayn Johnson), capitán y guía de turistas, Nilo, empresario italiano venido a menos y el príncipe Joachim, un alemán y dueño de un submarino con ambición de dictador.
Los efectos visuales y especiales, los animales animados y humanizados, las persecuciones, acrobacias, duelos y la lucha de los fantasmas de indígenas y conquistadores por defender tierras y tesoros, mantienen un buen ritmo al mismo tiempo que aparecen un tanto anticuados., quizás por rendir homenaje al clásico género de aventura de Hollywood. Lo que se disfruta es el humor: El esnobismo inglés de McGregor, la figura empoderada de la científica Lily y el duelo verbal – emocional y sensual – que se libra con el masculino Johnson. El hombre no le llama Lily sino “Pants”, es decir pantalones, pero aprende a tratarla como igual y admirar su inteligencia, capacidad de resistencia y sentido humano. Las referencias a African Queen, Piratas del Caribe, Indiana Jones y otros filmes del género indican que Jungle Cruise está destinada a convertirse en una saga. Lo decidirá la taquilla.
Annemarie Meier