Dos noticias me hicieron creer de nuevo en la posibilidad de que la Constitución de 1917 está viva, la conferencia ofrecida por el doctor Jesús Sotomayor Garza y Rodolfo Esparza y la conferencia en el auditorio de la sección 35 de los profesores. El cuarto piso de la Presidencia Municipal y el Eriazo del periférico fueron las sedes simbólicas de estas charlas donde quedó claro que no somos un país atrasado, ni vulgar, ni sin remedio como diría mi mamá.
La plática de los historiadores Sotomayor y Esparza me dejaron claro que parchada y todo, la Constitución sigue siendo una de las más progresistas del mundo y en su nacimiento la más avanzada en reivindicaciones sociales, laborales y educativas y la reunión de cientos de representantes magisteriales de las secciones 5, 35 y 38 me confirmó que los profesores no están pensando en la inmortalidad del cangrejo y que están conscientes de que es hora de defender nuestro patrimonio cultural manifestado a través del artículo tercero de la Constitución que garantiza una educación gratuita, laica y obligatoria, así de fácil. Concuerdo con los historiadores coahuilenses en que la Constitución con sus casi 700 Reformas, aún tiene valor y rige a un país que vive un momento clave en su historia.
Mi Agenda Cultural tiene un signo de interrogación, quiero saber cuántas conferencias más se van a presentar, ¿qué exposiciones veremos sobre el papel de los constituyentes coahuilenses y duranguenses?.
La Constitución es la norma que rige al país, no es posible que para muchos sea letra muerta y para otros el 5 de febrero sea la conmemoración de la Batalla de Puebla, México es mucho más que olvido e ignorancia, es escuchar a gente talentosa como Sotomayor, Cárdenas, Garza y el conferencista Rafael Mendoza que puso a pensar a los profesores laguneros, es reflexionar sobre un país vanguardista que mantiene con orgullo sus logros.
