Hay un fenómeno que nadie vio venir o una mente maestra que planeó de forma métricamente estratégica el destape y despegue meteórico de Xóchitl Gálvez como aspirante a la coordinación del Frente Amplio por México, son las dos únicas teorías que alcanzo a visualizar, de otra manera no sería lógica la forma en la que la senadora hidalguense ha cobrado tal relevancia en las últimas dos semanas que el Presidente López Obrador la menciona un día sí, otro también en las mañaneras y que derivó en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolviera que el ejecutivo deberá abstenerse de hablar de temas electorales "bajo ninguna modalidad o formato", incluida la líder indígena.
La última fue: Si va Xóchitl al frente de la oposición, ya chuparon faros o la señora Xóchitl Gálvez es Fox, Salinas, Claudio X González y títere de la oligarquía, mientras que la mujer con su muy peculiar personalidad le respondió: Soy el "crush" del Presidente.
De verdad solo ella lo puede decir de esa forma, desfachatada, simple, hilarante y así con frases como esa, Xóchitl también recorre el país haciendo lo que las corcholatas iniciaron hace ya tiempo, así pusieron el ejemplo y ahora todos también quieren coordinar los frentes, la cuarta transformación, campañas encubiertas ante la complacencia del INE, se trata de un juego político jamás antes visto.
A la andanada de calificativos, la representante indígena decidió emprender, ante el Instituto Nacional Electoral una denuncia en contra del presidente López Obrador por violencia política de género y a mi juicio, el proceso puede ocasionarle muchos dolores de cabeza al mandatario, el primer golpe ya asestado por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La senadora aseguró que el tabasqueño insiste en que sus acciones están trazadas por diversos hombres.
Pero Gálvez no solamente esa señalada por el Presidente, ni por las corcholatas, ahora se suman los gobernadores morenistas como Layda Sansores.
La pintoresca campechana criticó a la senadora y negó que la aspirante vendiera tamales y gelatinas en su comunidad, qué de relevante podría tener eso.
La gran pregunta es cuál es el afán de ponerle todo el farol a la hidalguense, estarán conscientes del "monstruo" mediático que están creando, porque además de tener una personalidad peculiar, Xóchitl Gálvez no es una mujer improvisada, se trata de una política de carrera que puede dar una inusitada sorpresa. Al tiempo...