Esto que le voy a contar ocurrió el sábado pasado y sucede en todo el país, puedo asegurarle, se trata de la cancha de fútbol rápido La Bombo Fut Sala.
Dos equipos se enfrentaban en un partido, cuando comenzó la gresca entre la afición, dos grupos comenzaron a pelear a golpes y esto derivó en tragedia.
Después de permanecer en coma por recibir severas lesiones, el árbitro Emmanuel Ayala Gallegos, falleció este jueves.
Familiares confirmaron el deceso, como consecuencia de una dura paliza que le propinaron en la cancha La Bombo Fut Sala.
El establecimiento fue clausurado, hay personas heridas y un hombre que no está más entre nosotros, todo esto debido al desmedido consumo de alcohol y en todas partes es lo mismo.
Resulta incongruente pensar que en un lugar donde, en teoría se practica el deporte, existan situaciones como esta que ponen en peligro inminente la integridad de familias enteras y todo porque no existe ningún tipo de regulación, primero por parte de la autoridad, después por los propietarios de los establecimientos -todos- y luego por algunas personas que sin ningún tipo de escrúpulos confunden la pasión del deporte con conductas delictivas reprimidas.
En este caso en lo particular, la cancha de fútbol rápido emitió un extraño comunicado en el que "aclaraba" que el árbitro que perdió la vida no estaba ejerciendo funciones deportivas dentro del partido, era pues parte del público asistente. ¿Raro no?
En qué cambiaría la situación que hoy vive la familia de Emmanuel Ayala, porque pudo ser árbitro, mecánico o plomero, "el conflicto fue de carácter personal" sí, pero dentro de un predio que tiene un propósito en particular, un lugar en el que deberían tener un protocolo simple y sencillamente porque expenden alcohol, insisto el oficio de Emmanuel hoy, es lo de menos porque algunos creyeron que era buena idea golpearse en un lugar lleno de familias con botellas, tubos, y todo lo que encontraron a su paso.
El deporte de la mano del alcohol.