A nivel global las mujeres ganan 77 por ciento menos de lo que ganan los hombres, y en México las mujeres reciben 89 centavos por cada peso que obtienen sus pares masculinos (OCDE). En todos los sectores y a todos los niveles las mujeres reciben menos ingreso, la pregunta es ¿por qué?
¿Cuáles son los hechos? En México 57.2 por ciento de las mujeres trabajan en el sector informal para atender las tareas del hogar, donde ellas aportan 7 horas de esfuerzo no remuneradas al día, más de tres veces de lo que contribuyen los hombres en promedio (Inegi; McKinsey). Ganarse la vida en el sector informal implica estar en una situación de alta vulnerabilidad, sin la posibilidad de crecer profesionalmente y sin contar con prestaciones como vacaciones, seguro médico o jubilación.
En México, en promedio, las mujeres tienen un año más de escolaridad que los hombres y dedican 10 horas más a actividades económicas, pero aun así reciben un salario menor (ENOE-Inegi).
Las mexicanas se gradúan de estudios superiores a porcentajes iguales –y a veces a tasas mayores– que los mexicanos, pero tampoco importa. Si una mujer termina su licenciatura la brecha salarial disminuye, pero aumenta nuevamente a nivel de maestría/doctorado a un diferencial del 35 por ciento (un salario promedio mensual de $19,940 pesos para las mujeres contra $29,964 pesos para los hombres) de acuerdo a Inmujeres. Al comenzar su vida laboral una mujer ganará 8 por ciento menos que sus pares masculinos y esa brecha abrirá a 15 por ciento si logra ser vicepresidenta de una compañía y a 22 por ciento si alcanza a estar en su junta ejecutiva (McKinsey). Vaya premio por el buen esfuerzo.
A un mes de la celebración nacional del Día de las Madres, sería bueno recordar que las mujeres que deciden tener hijos ganan 33.2 por ciento menos que las que no tienen hijos (OIT 2016). Sugiero que este año no obsequiemos flores, sino que ofrezcamos una recompensa.
Si la brecha salarial no se debe a la diferencia en nivel educativo y existe a todos los niveles dentro de las empresas, ¿por qué las mujeres ganan menos?
Primero, todavía existe un prejuicio respecto al valor de la mujer que impacta su salario inicial y los subsecuentes aumentos a lo largo del tiempo. En mi experiencia, he notado que tanto hombres como mujeres (las mujeres también son sexistas) minimizan el valor del trabajo de la mujer y los salarios se basan en criterios subjetivos. Además, existe la percepción de que una mujer no requiere mucho. Si estás casada nada más necesitas dinero “para tus chicles” y si eres soltera no necesitas percibir mucho dado que no tienes una familia, una situación perder-perder. Si eres hombre tu estado civil es irrelevante y no entra en el cálculo. Podría ser consciente o no, pero la idea de que una mujer desea adquirir bienes para hacer “patrimonio” es algo que todavía suena hasta radical.
A pesar de que la tecnología, en teoría, debería ofrecer la posibilidad de mayor flexibilidad en los horarios laborales de ambos sexos, hemos avanzado poco en esta materia en México, algo que sin duda impacta en mayor grado a las mujeres. Todavía predomina la cultura de la “hora nalga”, que presiona a los empleados a quedarse hasta que se retire el jefe, y ante esto lo que se premia es la lambisconería, no la productividad.
Los que no quieren tomar en serio el tema de la inclusión insisten en que todo es cuestión de mérito. De acuerdo. Si los salarios se fijaran con base en la productividad, no existiría una brecha salarial. Es el compadrazgo, el amiguismo y el prejuicio que frustra la evaluación de mérito y que perjudican a las mujeres.
El 2 de abril se reconoce la brecha salarial en México e invita a una reflexión. Es la responsabilidad de las empresas tomar en serio este tema y lograr los ajustes necesarios para remunerar a sus empleados de forma igual y con base en el mérito. Así tendremos una país más productivo y justo.
*CEO de Speyside México