Espectáculos

'Se llamaba Pedro Infante': magistral

Hay cosas que muchísimas personas han querido ver pero que son tan complicadas que nunca se hacen. Se convierten en leyendas, en sueños imposibles como la realización de una serie sobre la vida de Pedro Infante.

¿Puede haber algo más difícil de producir? Deje usted que Pedro Infante sea la máxima estrella mexicana de todos los tiempos.

Póngase a pensar, por favor, en la parte legal: los nombres, las marcas, la música, las películas.

A esto súmele lo político, lo artístico y lo criminal. Y si estas cuestiones se le hacen poca cosa, imagínese todo el tema del patriarcado, del machismo y de la violencia de género.

Estamos de acuerdo en que es una bomba, ¿verdad? ¿Y qué me dice de los retos cinematográficos? ¿Cuántas actrices y cuántos actores se necesitan para contar esta historia?

¿Cuántas camisas? ¿Cuántos zapatos? ¿Cuántos sombreros? Y ni hablemos de las locaciones, de la reconstrucción de todos esos espacios o de las secuencias de acción porque entonces sí no vamos a acabar nunca.

En la vida de Pedro Infante hay aviones, motos, carros, caballos, incendios, balazos, cirugías, fiestas, multitudes y más, mucho más, de época. ¡Es el infierno hecho cine!

Y peor tantito si pensamos en contarle bien esto al público que vivió el fenómeno, que se las sabe de todas, todas, y a las nuevas generaciones que nunca han visto “Nosotros los pobres”, “Tizoc” ni “Los tres García”.

¡Pues qué cree! Hoy jueves 30 de noviembre es uno de los días más memorables en la historia del entretenimiento nacional porque por fin se nos va a hacer ver la vida de este personaje fundamental de nuestro imaginario colectivo.

Se trata de una serie de ocho episodios titulada “Se llamaba Pedro Infante” cuyo primer capítulo se va a estrenar esta noche, después del noticiario “En punto”, en Las Estrellas, y que a partir de mañana viernes 1 de diciembre va a estar completa en VIX.

Tuve el gran honor de ver completos todos los episodios de esta superproducción y el único adjetivo que puedo usar es éste: magistral.

Si Pedro Infante viviera se sentiría profundamente orgulloso y feliz de esta producción de Rubén Galindo que cuenta con un reparto multiestelar encabezado por Mario Morán.

Yo sólo se lo voy a decir así para que entienda el tamaño de contenido que es éste y el pedazo de actor que es Mario, de quien ya le había escrito en emisiones como “Hijas de la luna” y “Dani Who?”

¿Se acuerda usted de la película “Cantinflas”? Estamos de acuerdo en que a millones de personas nos fascinó y que a partir de ahí encumbramos a Oscar Jaenada (“Luis Miguel, la serie”).

“Se llamaba Pedro Infante” no le pide nada a “Cantinflas” y Mario no sólo hace un trabajo igual o superior al que hizo Jaenada. Es el Demián Bichir del futuro.

Imposible verlo aquí y no sentir el nacimiento de un monstruo. ¡Qué barbaridad! No lo pierda de vista. Lo digo muy en serio.

¿Cuál es la nota? Que contrariamente a lo que muchos piensan, Pedro Infante se adelantó a su época.

¿Me creería si le dijera que él inventó las nuevas masculinidades, que era el crítico más feroz de la “romantización” de la pobreza y que sufrió como nadie?

Antes de juzgarlo, lo invito a conocerlo, pero a conocerlo de verdad.

Yo me fui de espaldas cuando vi esta serie porque debo confesar que, en mi infinita ignorancia, había muchas cosas que no sabía de él, de su carrera, de su familia y de sus amores.

¡Qué horrible era ser hombre en aquellos tiempos en los que, se suponía, los hombres blancos y heterosexuales dominaban al mundo!

¡Qué espantoso tener que soportar todas esas presiones, tener que cumplir con tantas obligaciones y tener que ocultar todas las emociones!

En Pedro Infante siempre han estado las claves de la mexicanidad. Y no sólo lo digo yo, lo han dicho inmensos pensadores como Carlos Monsiváis.

Pero rascándole a fondo tal y como se hace en esta serie, vamos a encontrar las claves de conflictos todavía más fuertes sin hacer a un lado la parte de la diversión.

Porque eso sí, “Se llamaba Pedro Infante” es una gran experiencia de entretenimiento y a mí me faltan páginas para felicitar a los escritores Guillermo Ríos, María José Mochales, Carolina Mata, Denis Laguerando y el mismo Rubén Galindo.

Ana Claudia Talancón está haciendo una de las mejores actuaciones de su vida.

Y es que todo el reparto es maravilloso. Vamos de Julieta Egurrola a Leticia Huijara, de Julio Bracho a Vico Escorcia, de Juan Carlos Remolina a Daniela Álvarez, de Nacho Tahhan a Leonardo Daniel y de Iván Bronstein a Norma Angélica, por mencionar sólo a unos cuantos.

Ya, para acabar pronto. ¿Sabe usted quién dirige? Alejandro Bazzano. Sí, el de “La casa de papel”, “Inés del alma mía” y “Travesuras de la niña mala”. ¿Le sigo?

Luche con uñas y dientes por ver hoy el estreno en televisión abierta del primer episodio de “Se llamaba Pedro Infante” y mañana, la serie completa en VIX. Le va a gustar. De veras que sí.


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • [email protected]
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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