
¿Usted se acuerda de los grandes programas familiares de la televisión mexicana de finales de los años 80 como “Papá soltero”, “Tres generaciones” y “Nosotros los Gómez”?
¿Se acuerda que nos los vendían como comedias? No sé usted, pero yo jamás me reí con ellos como me reía con “¡Anabel!”, con “¿Qué nos pasa?” o con los legendarios personajes de Chespirito.
Ojo: no estoy hablando mal. Estoy convencido de que se trataba de contenidos muy especiales que, de una manera u otra, se adelantaron a su tiempo.
¿Por qué? Porque uno los veía y sí, de repente sonreía, pero también, como no queriendo la cosa, suspiraba, se emocionaba. Nunca contaban cosas verdaderamente intensas, pero ahí estábamos todos, unidos.
¿Qué era lo que nos unía? Los valores familiares. Los grandes programas familiares de la televisión mexicana de finales de los años 80 eran el espacio que nos recordaba lo que éramos, lo que somos, lo que siempre seremos.
Por eso, hasta el día de hoy, cuando los repiten, funcionan. Esa televisión se dejó de hacer pero sigue significando algo en nuestro imaginario colectivo.
¿Por qué le estoy contando esto? Porque el próximo miércoles 1 de mayo, en Apple TV+, se va a estrenar la tercera temporada de “Acapulco”.
¡Y qué cree! Esta coproducción entre México y Estados Unidos es exactamente lo que “Papá soltero”, “Tres generaciones” y “Nosotros los Gómez” eran a finales de los años 80.
Es televisión bonita. Es televisión familiar. Eugenio Derbez es el César Costa de 2024 y yo le quiero suplicar que luche con uñas y dientes por estar ahí.
Y si jamás ha visto “Acapulco” o se atrasó, para que la descubra y se ponga al día.
No. Por favor no piense mal. Esto no es un anuncio. Nadie me está pagando por escribir esta columna ni nada de nada. Todo este entusiasmo es porque “Acapulco” es un homenaje a México, a su gente y a sus valores.
Y nosotros, como mexicanos, tenemos que ser los primeros en apoyar esto, en reconocerlo. Y si no vamos a dar las gracias, al menos sintamos orgullo.
En el muy remoto caso de que usted no lo sepa, “Acapulco” es una serie planteada en episodios de media hora que cuenta dos historias.
La primera, en el presente. Son las aventuras de un hombre rico y maduro que mientras va contando su vida va resolviendo asuntos personales.
La segunda, en 1985. Son las aventuras de este señor, cuando era joven, pobre y vivía con su familia precisamente en Acapulco.
El resultado es precioso. Es como “Los años maravillosos” pero de México. Tenemos toda la nostalgia, pero toda la eternidad. Tenemos todo lo que extrañamos, pero también todo lo que todavía somos.
Y tal y como pasaba con “Papá soltero”, “Tres generaciones” y “Nosotros los Gómez”, no es que uno se vaya a retorcer de la risa, del suspenso o que se vaya a poner a llorar con las escenas de amor, pero está esa cosa bonita que nos une.
Además, es una historia de éxito. ¡Una historia de éxito mexicana! ¡La historia de éxito de un hombre que se volvió rico a la buena! Eso, antes, no se hacía mucho por acá. Hay que celebrarlo.
Por si esto no fuera suficiente, detrás de este concepto creado por Austin Winsberg (“Gossip Girl”), Eduardo Cisneros (“No se aceptan devoluciones”) y Jason Shuman (“Guerra de likes”) y dirigido, entre otras personalidades internacionales, por Jaime Eliezer Karas (“Abbott Elementary”), hay un reparto simple y sencillamente sensacional.
Están los mejores de los mejores: Vanessa Bauche, Regina Orozco, Damián Alcázar, Carlos Corona.
Están los mejores de los jóvenes: Enrique Arrizon (“Las hijas de Abril”), Camila Pérez (“Gotham”), Raphael Alejandro (“Jungle Cruise”), Regina Reynoso (“Mentada de padre”).
Están las mejores sorpresas: Bianca Marroquín, Jaime Camil, Cristo Fernández, Osvaldo Benavides.
Y la nueva temporada viene excelente, llena de ternura, de calor de hogar, de ese calor que sólo Acapulco es capaz de dar.
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Si usted quiere sintonizar algo sano, blanco, familiar, bien hecho y actuado, no se queje. Aquí está. Véalo.
Además, se lo estoy avisando con tiempo para que se organice: miércoles 1 de mayo, lo nuevo de “Acapulco” en Apple TV+. Le va a gustar. De veras que sí.