Espectáculos

La Virgen de Guadalupe y 'South Park'

Llevo años criticando las enemil versiones que se hacen de ese extraño fenómeno musical que muchos llamamos “Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe”.

¿Por qué? Porque son un fraude. No son en vivo. De un tiempo a la fecha se graban quién sabe cuándo, con la Basílica sola.

El resultado es tristísimo, porque, aunque canten las estrellas más grandes del firmamento artístico, faltan los peregrinos que, aunque entren bajo esquemas diferentes por la pandemia, son quienes, con su amor, le dan sentido a este evento.

Perdón, pero Santa María de Guadalupe no se merece eso. Ni que fuera qué o qué.

Se nota, a leguas, una especie como de arrogancia por parte de la Basílica, arrogancia que se podría malinterpretar.

¿O qué, acaso usted no ha pensado que lo que la Basílica está esperando es un “moche” lo suficientemente grande por la exclusiva?

Para no hacerle el cuento largo, por más que hayamos gozado lo que se hizo la noche del sábado pasado en Las Estrellas con Julieta Lujambio, con figuras consagradas como María Victoria, Lucero y Mijares, y con luminarias tan jóvenes como Gala Montes, la nota fueron los memes de Itatí Cantoral.

¿Ahora entiende la gravedad de no hacer transmisiones en vivo? Itatí es lo máximo, pero las audiencias, a falta de verdad, se van por otro lado y acuérdese de lo que le voy a decir:

Si las cosas siguen como van, muy pronto las multitudes se olvidarán de Itatí y le comenzarán a faltar al respeto a la Virgen con memes, parodias y cosas peores.

¿Eso es lo que quieren las autoridades de la Basílica? Esto no es fe, es televisión, es influencia, poder y las audiencias no perdonan. ¡Cuidado!

Humor y pandemia

Dígame, por favor, que usted también ya vio South Park: Post COVID en Paramount+.

Es una película especial para televisión (ellos lo dicen durante los créditos y, por supuesto, aprovechan para burlarse de este tipo de cine), de más o menos una hora, en donde los personajes de South Park nos hacen reír con lo inimaginable: la pandemia.

No le voy a contar detalles para no arruinarle la experiencia, pero sí hay cosas que usted verá aquí que nadie más había hecho como establecer “el verdadero origen” del covid-19 y denunciar la bronca que representan las personas que no se quieren vacunar.

Obvio, todo es con ese humor tan irreverente, escatológico y sexual de South Park.

Se llama South Park: Post COVID porque, se supone, esto arranca en el momento exacto que en acaba la pandemia, cuando todo vuelve a la normalidad. ¡Imagínese!

Por nada del mundo se vaya a perder las referencias a los gobernantes, a las primeras damas y a los medios de comunicación en tiempos de corrección política.

Y aunque el desenlace es la cosa más desconcertante de la temporada, no deja de ser un deleite ver ese derroche de ingenio para hablar, además, de los efectos del encierro pandémico en nuestros niños y del futuro de la humanidad, de dispositivos como Alexa y de muchos asuntos más.

South Park: Post COVID es una ocurrencia tan irrespetuosa que ni siquiera parece una película de South Park como las de antes donde veíamos hasta números musicales.

Es como un capítulo de largo y eso se agradece porque cada vez hay menos tiempo para tantos contenidos en tantos lugares. ¿O usted qué opina?


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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