El gran estreno de esta semana y de muchas semanas no va a ser una narconovela, va a ser Blue Demon, la serie que Blim va a sacar el próximo fin de semana.
¿Por qué? Porque es bellísima. Punto.
Nada más le voy a dar un dato para que entienda la magnitud de este proyecto:
Si a usted le gustó Hasta que te conocí, Blue Demon le va a fascinar.
Si la vida de Juan Gabriel tuvo éxito, la vida de este gran luchador triunfará por encima de cualquier cosa.
No sabe usted qué producto tan más bonito, emocionante, divertido, entrañable, positivo y, lo más importante de todo, familiar.
Usted puede sincronizar su Blim con su Smart Tv, invitar a sus hijos, a sus abuelos, y gozar de hora y horas de magnífica televisión sin preocuparse por tonterías.
Y sí, como en las mejores bionovelas del mundo, está la parte del chisme, lo nunca antes dicho de su protagonista, pero también están los valores.
Blue Demon es el personaje perfecto para hacer soñar a los mexicanos y a los hombres y mujeres del mundo entero en la actualidad.
La razón es muy simple: este señor que vino de abajo, que entrenó su cuerpo y su alma, que gozó y sufrió, es un superhéroe.
Pero a diferencia de los superhéroes de otras culturas, él fue de carne y hueso, él sí se ensució las manos luchando en un cuadrilátero. ¡Él sí es de verdad!
No hay manera de ver esta serie y de no suspirar, de no ponerse a pensar, de no trasportarse a otras épocas y a otros lugares, de no mirarla como una metáfora del México de hoy.
¿Quiere usted soluciones? Ahí las va a encontrar. ¿Quiere usted aprender de los errores de otro? Por supuesto que también va a ver eso.
Ahí está la magia de Blue Demon. Nuestro superhéroe no trabaja de perfecto. Trabaja de humano, de mexicano.
Por si esto no fuera suficiente, a diferencia de la mayoría de las series nacionales que se están estrenando, Blue Demon no es un ejercicio mediático para niños ricos que ni remotamente se van a rebajar a mirarla.
Ésta es televisión para todos, para el pueblo, para el pobre, para el rico, para el hombre, para la mujer. Como la verdadera televisión nacional.
¿Y si a usted no le gustan las luchas? Le va a encantar tanto o más que su serie mexicana favorita.
Aunque usted no lo crea, en Blue Demon, las luchas solo son un pretexto para contar la historia de una persona que puede ser usted, su padre, su madre, su hijo o su hija.
Es una historia de rebeldía, de acción, de amor y está plagada lo mismo de adrenalina que de humorismo. Es un espectáculo redondo.
A mí me enloqueció cuando tuve el privilegio de monitorearla porque su punto de partida es la familia y me cautivaron las relaciones entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas.
Y como es una producción de época, pero de una época que no es la que estamos acostumbrados a ver en la televisión nacional, me puso a soñar todavía más. Amé ver esos gimnasios de hace 50 o 60 años, esos hospitales, esas casas, la ropa de los personajes, los utensilios para cocinar.
Es nostalgia, pero es show, pero es una bocanada de aire fresco en medio del horror en el que se ha convertido la industria de la televisión mexicana.
Creo tanto en Blue Demon que estoy convencido de que cuando llegue a los mercados internacionales triunfará aparatosamente y contribuirá a cambiar la imagen negativa que se tiene de nosotros en muchos rincones del mundo.
Es una gran serie con una estructura dramática de lo más acertada, con una música increíble y un reparto fabuloso.
Independientemente de su carrera cinematográfica, yo soy fan de Tenoch Huerta desde que lo vi en Cloroformo.
Bueno, aquí usted le va a poner casa. Hace a un Blue Demon tan creíble, tan humano, que hasta dan ganas de ir y decirle: ¡gracias!
Ana Brenda Contreras, la de tantas y tantas telenovelas, hace un personaje divino. Es una reina.
Y ni le hablo del trabajo de inmensas figuras de nuestro cine como Joaquín Cosío o de queridísimas estrellas de nuestra televisión como Ana Layevska, porque entonces sí no voy a acabar nunca.
Ésta es una joya de la televisión mexicana. Si Blue Demon viviera sería el más feliz, el más orgulloso, de esta propuesta.
No se trata de contar su vida con pelos y señales, se trata de construir algo nuevo a partir de ella, de tomar aspectos y catapultarlos, de enaltecer su legado y darle el lugar que se merece como parte de nuestra cultura popular.
La lucha libre mexicana, que es preciosa, jamás volverá a ser la misma después de esta serie.
Se lo estoy diciendo con mucho tiempo para que no se confunda, para que no se distraiga con otros estímulos, particularmente ruidosos, que se va a encontrar en el camino y, sobre todo, para que lo apunte en su agenda.
A partir de este viernes Blue Demon llega a Blim y cuando la comience a ver le va a pasar lo mismo que a mí: no la va a poder soltar nunca. Se la recomiendo.