Espectáculos

'Amor amargo', 'Muero por Marilú' y más

Amé el final de “Amor amargo”, el que muchas personas vimos el domingo 23 de febrero.

¿Por qué? Porque estructuralmente fue de una redondez que ya nadie usa.

¿A qué me refiero con esto? A que la telenovela terminó evocando la narración con la que comenzó, cerrando cada uno de los conflictos, dándole su lugar a cada personaje.

Por si esto no fuera suficiente, dentro de los límites del melodrama, fue un desenlace maduro, con un castigo lógico para la villana y muy importantes mensajes de perdón que son justo lo que México y el mundo más necesita.

¿No adoró la actuación de Daniela Romo? Desde la escena de los tubazos hasta el epílogo, la señora se robó la “novela” aunque yo me podría deshacer en elogios para muchos talentos.

Sí, yo sé que esta producción de Pedro Ortiz de Pinedo no la tuvo fácil, que hacer melodramas seriados a la velocidad, en las condiciones y con los presupuestos de ahora mina cualquier resultado.

Pero a pesar de eso tuvimos una telenovela tradicional con lo mejor de la televisión de antes y lo mejor de la televisión de ahora. ¡Felicidades!

Mara

Las Estrellas no es ese canal monótono que muchas instancias han insistido en posicionar en los últimos años.

XEW-TV, el canal de la gran familia mexicana, era una plataforma prodigiosa cuyas audiencias recibían la más amplia gama de contenidos y tonalidades.

Ver “Muero por Marilú” es recordar que ahí, además de El Chavo, tuvimos otra clase de comedias, algunas de ellas estelarizadas por diosas como Silvia Pinal, María Victoria y María Elena Velasco.

De ese tamaño es Mara Escalante. De ese tamaño es este proyecto que rompe con las tendencias nacionales para crear una narrativa más arriesgada y creativa.

La historia de estos personajes que gravitan alrededor de una funeraria es muy afortunada, un homenaje a la vida. Pero el nivel de las actuaciones sí es como para mandarles flores a todas y a todos.

Laura Luz está divina. Alma Rosa Añorve, fabulosa. “El Guana”, genial. Lisardo, excelente. Ricardo Mendoza, espléndido.

Mire, ni perdamos el tiempo. Hay que defender a los que quieren mejorar las cosas. Defendamos este proyecto. Vale la pena. ¿A poco no?

Albur

No sé si a usted le pase lo mismo pero cada vez que miro “¡Chócalas Compayito!” siento que estoy viendo un programa de chismes donde, de una manera muy ingeniosa, se critica a muchas personas, a muchos programas.

Por eso el domingo pasado, con el estreno de la tercera temporada, yo no me podía parar de carcajear.

Claro que asocié cada “pedrada” con cada “fulano”, con cada “fulana”, con cada producto. ¡Qué risa! Porque creo que los afectados están tan perdidos en su vanidad que ni cuenta se dan. ¡Bravo!

No, pero espérese, se pone mejor porque la larguísima lista de escritores que hay detrás de esto es tan buena, que no hay escena que no sea una cátedra de albures.

Resultado: los niños se divierten. Pero los adultos, más. ¡Qué delirio de comedia! Además, que manera tan oportuna de iniciar aquello con chistes sobre migración en Estados Unidos.

Jamás me voy a cansar de recomendarle “¡Chócalas Compayito!” Cada temporada está mejor que la anterior y esta tercera pinta de maravilla.

Luche por verla en Las Estrellas o en VIX. Le va a gustar. De veras que sí.

Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • [email protected]
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.