Netflix es una caja de sorpresas. Digan lo que digan, yo me podría dedicar exclusivamente a escribir lo que pasa en este sistema de distribución de contenidos en línea y no me alcanzarían las columnas.
De lo muchísimo que Netflix está ofreciendo hoy con relevancia periodística, hay una serie documental increíblemente importante, buena y exitosa.
Me refiero a “América vs. América”. ¿La está viendo? ¿No le parece la cosa más maravillosa del universo?
Le explico: independientemente de que a usted le guste el futbol, de que esté al pendiente de los equipos mexicanos o de que sea ame u odie al América, tiene que ver este material.
¿Por qué? Porque representa una revolución en fondo y forma. El día en que la industria aprenda a hacer series así para contar historias de política, espectáculos y cultura, le juro que habremos entrado a una edad de oro del entretenimiento y la información.
Para que entienda la magnitud de este cañonazo vamos a dividirlo en dos: la parte de los contenidos y la parte de la producción.
Contenidos: ¿En qué piensa usted si yo le digo “vamos a ver una serie documental sobre el América”?
Seguramente en un mamotreto formal, denso y cronológico con la historia de este equipo de futbol planteado con escrupulosa lentitud y una narración archisolemne.
Si no, en un repaso por los éxitos de estos señores, por sus mejores partidos o por los futbolistas que han formado parte de sus filas.
“América vs. América” no es eso. Es, ante todo, un espectáculo. ¿Y qué se necesita para que haya espectáculo? Drama. ¿Y dónde comienza el drama? En el planteamiento de un conflicto.
Esta serie documental confronta a las audiencias dándole herramientas ya sea para que ataquen o para que defiendan algo que tal vez ni siquiera conozcan. ¡Es fantástico!
Y cuando uno cree que aquello va a explotar, la estructura de este megashow nos lleva al pasado, nos regresa al presente y nos vuelva a llevar a otros puntos en la línea del tiempo para entender el fenómeno de este equipo de futbol.
Sí, hay un narrador, ¡pero qué narrador! Es Carlos Ballarta (“La maroma estelar”), genio de la comedia mexicana. Su misión no es tratar a la gente como tonta sino ponerla de buenas, entonarla e involucrarla. ¡Y vaya que lo consigue!
Por si esto no fuera suficiente, la cantidad, calidad y diversidad de personas que fueron entrevistadas para esto es alucinante.
Vamos del mismísimo Emilio Azcárraga a José Ramón Fernández pasando por Joaquín López-Dóriga, Fernando Schwartz, Geo González, Santiago Baños, “El Choco” Ruiz Sánchez, Carlos Hermosillo, Juan Dosal, Arlindo Dos Santos, “El Piojo” Herrera y Cuauhtémoc Blanco, por mencionar sólo a unos cuantos.
Y si estos son los entrevistados no le quiero ni contar el monumento de imágenes que ilustran este poema de serie documental: lo mejor de lo mejor de los archivos del cine, el deporte, la arquitectura y, por supuesto, de la televisión de este país.
Los responsables de los contenidos de “América vs. América” se merecen un premio.
Producción: vamos a decirnos la verdad, hay mucho documental en el ambiente, pero tristemente, casi todos se producen igual. Podrán ser de historia, de tragedias naturales o de corte biográfico. El resultado tiende a parecerse, a repetirse.
“América vs. América”, no. Es como el “Game of Thrones” de las series documentales. En lugar de iniciar en frío nos lleva a lo caliente, a la música, al rencor.
Y en lugar de dejar volando las palabras, contesta con gráficos intervenidos, provoca metiendo escenas de telenovelas y sorprende con gráficos intervenidos.
No me quiero ni imaginar el tiempo que tardó en localizar cada imagen para hacerla embonar con cada declaración para contar cada segmento de cada capítulo, mucho menos el precio de todo esto.
Cada toma está estudiada para que visualmente diga algo y para que, al mismo tiempo, no se parezca ni a la anterior ni a la que sigue.
“América vs. América” es un gran acto de amor tanto para el América como para el futbol mexicano como para el deporte en general y para las series documentales.
¿Cuál es la nota? El hecho de que Netflix sea la plataforma que está ofreciendo este reconocimiento.
Netflix viene de fuera. Para ellos hubiera sido muy fácil enjaretarnos una serie documental sobre los Broncos de Denver, pero no, pensó en nosotros, nos atiende a nosotros y nos consiente a nosotros.
Además, qué apertura la de Televisa al colaborar para este concepto teniendo ellos sus propios medios para hablar de esto y más.
Luche por ver “América vs. América” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.
Álvaro Cueva