Hoy miércoles 25 de junio es un día importante para los amantes de la televisión, de las series, del “streaming”.
¿Por qué? Porque se estrena, en Disney+, la cuarta temporada de la serie estadounidense “El oso”.
Yo no sé si usted la conoce, si va a medias o si va al día así que voy a dividir esto diferentes versiones porque lo considero fundamental, imperdible y, por lo mismo, se lo voy a explicar de una manera distinta:
Cuando yo era joven, la vida se trataba de tener. Había que tener casa, tener carro, tener dinero. Ser era tener. Nos educaron para ser máquinas de trabajo. Y estaba bien. Era el siglo XX.
Ahora la vida se trata de experiencias. Hay que viajar, comer, beber, amar. Ser es sentir. Nos están educando para ser máquinas de sentir.
¿Sentir qué? Placer, dolor, poder, frustración. Está bien. Es el siglo XXI. Funciona.
“The Bear” (“El oso”) es una serie sobre todo lo que hay detrás del mundo de las experiencias.
Pudo haber sido sobre sexo, sobre hoteles o sobre el mundo de la moda. Los genios creadores de este concepto decidieron hacerlo sobre restaurantes.
Como usted sabe, hay restaurantes de todo tipo para toda clase de comensales.
¿Pero qué pasa cuando hablamos de restaurantes donde, a la gente que trabaja ahí, se le va la vida luchando para que sus clientes vivan experiencias inolvidables?
¿Qué pasa cuando hablamos de restaurantes cuyo personal cuida desde la sonrisa hasta el corte de las verduras pasando por la transparencia de las copas, la gotita de miel que va a la derecha del postre y más, mucho más?
De eso trata esta producción de la casa FX. Ojo: no importa si usted jamás ha ido a este tipo de establecimientos, si no los puede pagar o si le caen mal.
Lo que importa es la representación simbólica de esa lucha por vivir, por entregarse, por hacer las cosas bien.
Y aplica para lo personal. Y aplica para lo familiar. Y aplica para los amigos. Y aplica para el trabajo.
Lo que va a pasar hoy en Disney+ va a ser muy fuerte porque va a llevar este concepto a cuestionamientos que muchas personas se están haciendo:
¿Vale la pena hacer las cosas bien cuando “lo que vende” es lo que está mal? ¿Debo seguir luchando por mis sueños cuando me convendría más traicionarme?
Yo sé que tenemos demasiadas cosas que ver en mil y un plataformas sin considerar el tiempo que le invertimos a los videojuegos y las redes sociales.
Pero de vez en cuando vale la pena hacer una pausa para sanar y regalarse algo como esto.
Mi mejor recomendación es que no “maratonee”, que se organice para ver “The Bear” una vez por semana como si se tratara de algún deporte, de alguna clase.
Si no la ha visto jamás, comiéncela. Si va a medias, no la suelte. Si va al día, ¡felicidades!
Por nada del mundo se vaya a perder esta “experiencia sobre las experiencias”. Por nada del mundo deje de gozar de ésta, una de las mejores series de 2025.
Me queda claro que los “influencers” se cuelgan de los boletines de prensa y que ahora resulta que todo saben mucho de los Emmys, de actuaciones, de gastronomía y de todo lo que Disney les dice que deben saber.
¡No! A las audiencias de verdad, a las que suman, les importan un comino los Emmys, desconocen al elenco de esta joya y difícilmente van a un restaurant con estrellas Michelin a gastarse su salario.
Lo verdaderamente fundamental de esta historia es que todas y todos cabemos en ella y que todas y todos podemos conectar con ella porque a todas y a todos, hoy, lo que nos importa es vivir, darle el 100 a la vida cueste lo que cueste.
Luche con todas sus fuerzas por ver lo nuevo de “El oso” en Disney+. Le va a gustar. De veras que sí.
