Viendo la baraja de señalizaciones con los nombres de calles de Tultitlán colgados a expresiones y programas de Andrés Manuel López Obrador, como “Me canso ganzo” (así, con z), “Sembrando vida”, “Becas Benito Juárez”, “Precios de garantía”, “Madres trabajadoras” y “Tianguis del bienestar”, hay que recordar que también hubo una producción de muñecos parlantes, con la figura del ex presidente, cargados con sus frases más emblemáticas.
Hace ocho años mi amigo y colega Israel Navarro cubrió alguna parte de la campaña que derivó en la primera victoria de Donald Trump como jefe de la Casa Blanca y me trajo un singular souvenir: una pluma con el nombre “Donald Talking Pen”, marca registrada, que incluye varios dichos del magnate, que aparece en el paquete con un globo de diálogo en el que se lee: “This pen is huuuge!”.
La pluma lleva los colores de la bandera gringa, la leyenda “Donald for President?” y otra frase en la base en la que se insta a reírse con y de Trump. Se debe oprimir la cabeza del rubicundo personaje, en el tope de la pluma, y se le escucha lanzar ocho de sus ocurrencias, como “Seré el más grande presidente que Dios haya creado”, “Miren, soy realmente rico”, “Construiré un gran muro y México pagará por él”, “No uso bisoñé, es mi cabello, lo juro”, “Amo a China: vendí un departamento por quince millones de dólares a un chino”, “Nuestros líderes y nuestros políticos son estúpidos” y un par más.
Como queda claro, son las expresiones de un personaje pendenciero, provocador, que ahora tendrá acaso una nueva versión de la pluma famosa con alusiones a MAGA, su movimiento que desplazó al Partido Republicano durante la campaña de la que salió vencedor, o con las ocurrencias de cambiar el nombre al Golfo de México o intervenir militarmente en el Canal de Panamá o Groenlandia.
Por cierto, ¿qué le habrá causado gracia a Barack Obama platicando con Trump en los funerales de Jimmy Carter? Episodio que, a la vista, enfureció a la vicepresidenta Kamala Harris, quien no saludó a ninguno de los dos.
