Riad. El reino de Arabia Saudita ha tomado una decisión irreversible. Siendo una potencia petrolera, pero sabedora de que ese recurso no es renovable, ha apostado por crear a partir de esa riqueza un nuevo y poderoso medio de sustentabilidad en todo sentido: el turismo. Con el plan emprendido por el príncipe Mohammed bin Salman, segundo de a bordo del primer ministro y director del Consejo de Asuntos Económicos y Desarrollo, esta nación ha echado a andar además su ambicioso plan Visión 2030, que ya cumple cinco años de agresivas transformaciones.
Esas reformas incluyen un proyecto de “empoderamiento” de la mujer y la juventud. En cuanto a ellas, los cambios incluyen su derecho a manejar, a viajar y a divorciarse, acceso a documentación oficial y a cargos públicos y directivos. Al cierre de 2022, representan 38 por ciento de los pequeños y medianos empresarios, así como uno de cada cinco integrantes del parlamento.
Sí, la mayoría de mujeres usa el atuendo típico de la región que apenas deja ver sus ojos a unas, el rostro a otras, con el negro como base con el argumento de que ese color oculta más la figura femenina, además de que continúa la tradición de que se debe pagar una dote al padre de la novia una vez que un matrimonio se acuerda entre futuros suegro y yerno, y el hombre puede tener varias parejas. Es decir, hay avances en la participación de la mujer, pero persisten prácticas musulmanas sin cambios.
Una de estas mujeres relevantes en la vida saudí es la princesa Haifa, a la sazón viceministra de Turismo, quien considera que esta industria es una de las pocas a escala global donde la mayoría de la fuerza de trabajo es femenina. Su discurso es moderno, su inglés perfecto y su trato directo. Y tiene entre sus aliadas a dos mexicanas: Gloria Guevara, ex secretaria del ramo hoy asesora principal del ministerio correspondiente en Riad, y Virginia Messina, vicepresidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo. Mañana hablaremos de estrategias y retos.
Alfredo Campos Villeda
@acvilleda
