En medio de las discusiones por la reforma política, la cual debe incluir cambios de fondo en relación a la participación ciudadana, iniciando por quitar la cláusula de gobernabilidad a nivel municipal, que ha generado presidencias municipales autoritarias, sin pesos ni contrapesos. Sin embargo, el tema en Hidalgo es la posible alternancia de la gubernatura en 2022, que llegaría después de 93 años del mismo partido.
Pero el primer paso, tanto para el partido en el poder (PRI), como para la oposición (Morena), será ganar la presidencia de Pachuca, en prácticamente, una inminente alternancia. En la capital, hay dos Partidos qué en este momento, están posicionados como los principales contendientes. Ante ello, la clave no sólo será la conformación de alianzas con otras fuerzas políticas, incluyendo los partidos locales, quienes siguen sin posicionarse en la agenda local, lo más complicado que tendrá será la definición de candidaturas. Pachuca es el municipio a ganar, no solo por ser el que cuenta con mayor recursos, sino porque es el único municipio que podría catapultar, en el caso del partido en el poder ejecutivo (PRI), a su posible candidatura del 2022, lo que significa, que habrá una fuerte disputa interna por el poder, ya que la posibilidad de perder Pachuca, y la gubernatura (sumados a la presidencia de la república), les implicaría estar fuera del poder público por muchos años.
En el caso de la oposición (Morena), necesita ganar el mayor número de municipios, para llegar con mayor estructura a las elecciones por la gubernatura 2022, sin embargo, el ganar Pachuca no solo sería simbólico, sino que sería un escenario ideal, para posicionar la agenda y un equipo rumbo al 2022.
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