Sin duda alguna Hidalgo necesita una ley de fomento a las organizaciones de la sociedad civil (OSC).
Actualmente en la entidad las OSC carecen de mecanismos formales de interlocución, por lo que la relación gobierno sociedad es baja. Sin embargo, a pesar de las condiciones sociopolíticas que buscan mantener un bajo nivel de incidencia y visibilidad de las OSC, observamos un crecimiento en los últimos años.
De acuerdo a los datos oficiales, en el estado hay 874 OSC´s registradas, de las cuales 557 están activas, es decir, por cada 5,131 personas hay una OSC, lo que habla de una presencia importante.
Si bien, la búsqueda de una nueva relación gobierno sociedad no ha sido nueva, -algunos estuvimos impulsando una ley de fomento a las OSC desde el 2006-, lo cierto es que será importante para Hidalgo, contar con una Ley de fomento, la cual debe construirse a través de un proceso amplio, plural e incluyente.
Además, la propuesta debe enfatizar el fomento a las capacidades de los miembros y asociaciones civiles con el objeto de fortalecer la formación y el fortalecimiento de la ciudadanización, así como, ser vinculante en relación a las políticas públicas, y considerando fuertemente la transparencia y rendición de cuentas en todos los procesos de acceso a recursos públicos, sin criterios políticos y/o partidistas.
Es momento de favorecer la formulación de leyes que fomenten la participación de la sociedad a favor de su comunidad, para romper la carencia y ausencia de verdaderas políticas públicas.
Si no fomentamos las actividades que realizan las OSC encaminadas al desarrollo social, bajo una normatividad específica, no podremos hablar de una plena ciudadanía.
Todo Estado que pretenda establecer una democracia efectiva tendrá que gobernar bajo auténticas políticas públicas, teniendo en la sociedad civil un actor insustituible, por lo que su inclusión en el proceso de toma de decisión, es una necesidad, no una concesión del régimen en el poder.
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