Derivado del combate al robo de combustible, han surgido voces despistadas que se preguntan ¿Cuántos derechos humanos vulnera el desabasto de gasolina?
Lo cierto es que el acceso al combustible no es un derecho humano y tampoco se han visto afectados los servicios públicos esenciales, por el contrario, se ha dejado ver, que se requiere garantizar el derecho a la movilidad, a contar con un servicio de transporte público eficiente y eficaz, este si es un tema de derechos humanos.
No obstante, un juez federal admitió un amparo “contra el desabasto de combustible” (hay que mencionar, que si hay combustible) en la CDMX y ordenó al gobierno que garantice una adecuada y suficiente distribución y suministro de gasolina. Con el argumento que “se afecta la vida cotidiana, por ende, en sus derechos fundamentales”.
Por su parte la CNDH hizo un exhorto para “garantizar que los servicios públicos esenciales, tales como los de emergencia, salud, seguridad y limpieza, entre otros, no se suspendan o vuelvan inoperantes por la falta de combustibles”, algo que no ha ocurrido.
Sin embargo, de acuerdo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Protocolo de Kyoto (que desde 1992 firmo México), busca reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y contribuir en la lucha contra el cambio climático, eso sí es un tema de derechos humanos.
Lo que advirtió este “NO desabasto de gasolina”, son los problemas de movilidad urbana, el uso excesivo de autos privados. Hay que apostarle como país al, transporte público, scooters y autos eléctricos, infraestructura para bicicletas y las y los peatones, esto si es un tema de derechos humanos.
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