Ellie Goldstein nació con Síndrome de Down. Los doctores pronosticaron que jamás podría hablar ni caminar. Además, necesitaría una cirugía cardiaca para cerrarle varios huecos en el corazón. Pese sentirse desolados por la condición de su pequeña, sus padres decidieron afrontar la adversidad y seguir adelante. Para sorpresa de propios y extraños, Ellie empezó a caminar a los 18 meses; a hablar a los tres años, y cuando llegó el momento de empezar la escuela ya sabía leer.
En la actualidad Ellie tiene 22 años. Es una reconocida modelo que en mayo del 2023 fue portada de la revista “Vogue” en Gran Bretaña. Fue seleccionada por Mattel para la sesión de fotografías con la que la empresa lanzó la primer muñeca Barbie con Síndrome de Down, e incluso con sus ingresos adquirió su propia casa.
El título de esta colaboración es de hecho el nombre del libro que Ellie escribió, “Against All Odds”, “Contra Todo Pronóstico”. Ellie no tiene “la vida resuelta”, pero sus padres la siguen preparando para los desafíos que de continuo enfrenta.
Querido lector. No es nacer con algún tipo de capacidad diferente lo que afecta seriamente nuestras vidas. Los entornos; palabras, acciones de personas cercanas, e incluso nuestras malas decisiones lo hacen.
“Eres un tonto; un don nadie. No sirves para nada. No tienes remedio. Nunca vas a cambiar. Eres un fracaso. Morirás siendo un adicto. A nadie le importas. Nadie te ama”, son solo algunas de esas frases que logran filtrarse hasta los tuétanos.
Escucha con atención lo que tu Creador asegura en su palabra: “Porque nada hay imposible para Dios”, Lucas 1:37. “Porque el Hijo del Hombre, Jesucristo, vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”, Lucas 19.10. Dios envió a Jesús “para dar buenas nuevas a los pobres..., para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos”, Lucas 4.18.
Jesús te conoce y te ama con amor eterno. Ven a él tal como estás. Derrámale tu corazón. Apropia su perdón logrado para ti en la cruz del Calvario. Él ya pagó el precio de tu rescate. Pídele que te salve y entrégale tu vida. Contra todo pronóstico hará de ti una nueva criatura. No todo “estará resuelto”, pero nunca te dejará ni desamparará. Cree y verás.
