Mientras que en otros países, con bajas tasas de interés, la banca comercial fue un pilar para mantener los negocios a flote en 2020, en el caso de México, la banca contrajo su cartera de crédito vigente al sector privado por primera vez en una década. Es entendible que la banca realiza sus análisis de crédito y determina que en un escenario de crisis económica los riesgos de otorgar créditos aumentan, pero también es verdad que muchas personas y empresarios enfrentaron serios problemas al ver más complicado el acceso al crédito.
Esto se dio en perjuicio de la actividad económica, la sobrevivencia de los negocios y el empleo nacional. Desde antes de la crisis económica causada por el Covid-19 la banca en México tenía una cartera de crédito vigente para el sector privado que representaba apenas el 18.13% del PIB en 2019 (en muchos países es de más del 100%); pero después de la pandemia, su participación absoluta en la actividad económica disminuyó de manera sustancial. En esta entrega analizamos cómo evolucionó el crédito de la banca comercial en México en el año más difícil en casi un siglo y veremos cuáles fueron los segmentos más castigados.
De acuerdo con cifras del Banco de México, en noviembre de 2020, la cartera de crédito vigente total al sector privado fue de 4.668 billones de pesos y ésta estaba constituida de la siguiente manera: el 21.3% son créditos para Consumo, el 20.9% para Vivienda, el 56.2% para Empresas y personas físicas con actividad empresarial y el restante 1.7% para Intermediarios financieros no bancarios privados.
Partiendo de estos datos, vemos que en 2020 en nuestro país se registró una caída nominal en el monto del crédito otorgado por la banca comercial al sector privado. El Banxico reporta que mientras que en noviembre de 2019 el monto de la cartera vigente al sector privado fue de 4.713 billones de pesos, en el mismo mes de 2020 fue de sólo 4.668 billones, lo que implica una disminución nominal de -1.0%. Cabe señalar que esta es la primera disminución nominal anual del saldo vigente del crédito de la banca comercial al sector privado desde abril de 2010.
Al analizar la evolución nominal de dicha cartera vigente entre noviembre de 2019 y el mismo mes de 2020, vemos que el crédito al Consumo se contrajo -8.1%, el destinado a la Vivienda subió 8.4%, el que va a Empresas y personas físicas con actividad empresarial bajó -0.9%, mientras que el destinado a Intermediarios financieros no bancarios privados cayó -10.7%.
Desde luego que las cifras son más preocupantes cuando tomamos en consideración la inflación del periodo. Con cifras reales, vemos que el crédito vigente total de la banca comercial al sector privado disminuyó -4.2%, producto de que el crédito al consumo bajó -11.1%, el dirigido a la adquisición de viviendas aumentó 4.9%, el que va a empresas y personas con actividad empresarial bajó -4.1%, mientras que el destinado a intermediarios financieros no bancarios privados se contrajo -13.6%. De alguna manera, no es sorpresa que el único segmento de crédito que creció en términos reales fue el de Vivienda, ya que éste tiene una garantía de por medio.
Es un tema controversial, pero considero que para evitar que este tipo de contracciones crediticias se vuelvan a repetir, es importante plantear un cambio legal de manera que el Banco de México pueda (como lo hace el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos y muchos otros bancos centrales) comprar bonos y cartera comercial a la banca privada. Si garantizamos un sistema en el cual el crédito siga fluyendo a la economía, a tasas de interés competitivas y no como las actuales, nuestras recesiones serán menos severas, más empresas se pueden salvar y más fuentes de empleo se pueden conservar.
* Director general GAEAP
@alejandrogomezt