Se pone fin a un cierre de 19 meses motivado por la pandemia de covid-19. Estados Unidos reabre sus fronteras para mexicanos con esquema completo de vacunación, medida que se va a implementar a partir del 8 de noviembre, incluyendo las llegadas al país por vía aérea.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, anunció las medidas y quedará a criterio de los Agentes de la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) el examen de la evidencia de la vacunación, que podría ser verificada en un filtro secundario. La Oficina de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos anunció que se aceptarán únicamente viajeros que cuenten con el esquema completo y con vacunas aprobadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) o por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos).
Es decir, Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson, AstraZeneca, Sinovac y Sinopharms son válidas, pero los que hayan sido inmunizados con CanSino y Sputnik, cuyos laboratorios tienen pendiente la autorización de la OMS, no podrán adentrarse al territorio norteamericano.
El Consejo de Salubridad General de nuestro país fijó las reglas de manejo de la Pandemia en el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación del 31 de marzo de 2020. No las ha cumplido. Ha actuado o con torpeza o con mala fe, manejando política y no sanitariamente la emergencia por la pandemia. El cálculo catastrófico del inepto López-Gatell, de 60 mil defunciones ha sido rebasado con creces; a la fecha los muertos en cifras oficiales superan los 300 mil; se compraron a diestra y siniestra vacunas sin prever las consecuencias de la eficiencia dispar; no se guardaron las cadenas de frío; se suministraron con desorden y sin planeación.
Caray; si está más que visto que la OMS tiene restricciones para el uso de vacunas que no cumplen los estándares de eficacia, no se entiende la necedad del Gobierno Mexicano de insistir en su adquisición o andar vacunando “al menos con una sola dosis”.
El Consejo de Salubridad General de México tendrá que responder por los daños causados a la población. Hay luto y mucho dolor en hogares de México. No es justo. Si no pueden, renuncien. Lo que está claro es que tarde o temprano habrán de pagar las facturas.