Shell, el gigante petrolero británico, indicó que la retirada de sus actividades en Rusia conllevará un impacto de entre 4 mil y 5 mil millones de dólares en depreciaciones y cargos en sus resultados del primer trimestre.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el grupo anunció a finales de febrero que se desvinculaba de su participación en varios proyectos con el gigante del gas ruso Gazprom, unos activos valorados en 3 mil millones de dólares a finales de 2021.
A principios de marzo, Shell añadió que quería retirarse "gradualmente" del petróleo y del gas ruso.
Los resultados del primer trimestre de la firma petrolera se publicarán el 5 de mayo.
Shell anunció su decisión mientras Gran Bretaña se sumaba a gobiernos de todo el mundo e imponía sanciones a empresas, bancos y personas adineradas en Rusia en un esfuerzo de presionar al presidente, Vladimir Putin, para que retirase sus fuerzas de Ucrania.
Las compañías energéticas se han visto presionadas para cortar lazos con Rusia porque las exportaciones de petróleo y gas natural son cruciales para financiar al Kremlin y a su ejército.
MRA