Los recursos que recibirá el gobierno por concepto del remanente del Banco de México (Banxico) son poco significativos para incidir en beneficio de las finanzas públicas, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
“Se estimaba en aproximadamente 100 mil millones de pesos, es decir cerca del 0.3 por ciento del producto interno bruto (...) las cifras finales no parecen ser tan positivas como se esperaba”, expuso en su reporte semanal.
Contó que esto no fue bien visto por las autoridades.
Por ejemplo, recordó que la presidenta Claudia Sheinbaum señaló en su conferencia de prensa mañanera del 29 de abril: “apenas nos informaron ayer. Nosotros creíamos que era más. Apenas el día de hoy me va a informar bien el secretario de Hacienda cómo fue el cálculo. Pero ya le vamos a informar a la gente cómo vamos a utilizar el recurso”.
Remarcó el Ceesp que esto incidirá en los niveles de endeudamiento, aun cuando las autoridades afirman que no.
“Sin embargo, sus cifras dicen otra cosa. Ellos estiman que al cierre del sexenio el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) serán casi 25 billones de pesos, lo que implica un aumento de 7.5 billones en la deuda pública, resultado muy lejano a la aseveración oficial”, remarcó.
El Ceesp también señaló que los resultados más recientes sobre la evolución de las finanzas públicas para el primer trimestre del presente año muestran resultados generales razonablemente positivos.
Por una parte, los ingresos totales aumentaron 11 por ciento, respecto al mismo lapso del año pasado, impulsados en buena medida por el alza de 21.3 por ciento en la recaudación por concepto del impuesto sobre la renta y del aumento de 20.9 por ciento resultado de la recaudación de IVA.
“Si bien estos son buenos resultados, es poco probable que se mantengan a lo largo del año ante el debilitamiento esperado de la actividad económica”, dijo.
Por el lado del gasto, el Ceesp observó una disminución de 5.9 por ciento, un buen desempeño en línea con el objetivo de austeridad del sector público.
“Sin embargo, esto puede no ser tan benéfico, puesto que implica la menor asignación de recursos en rubros importantes para el bienestar de las familias”, remarcó.