Stephanie Rojas es repartidora de comida desde hace año y medio; dicha actividad es su única fuente de ingresos para mantenerse a sí misma y a su hijo.
Ahora, con el brote, sus pedidos han disminuido hasta un 70 por ciento. Asegura que en un día malo tenía siete pedidos en promedio; en estos momentos apenas llega a tres.
Trabaja para tres aplicaciones diferentes; sin embargo, pese a que éstas le han asegurado que va a recibir apoyos económicos para hacer frente a la contingencia, en ninguna le han dicho cuándo.
Esta historia se repite con varios repartidores y conductores de apps que buscan alternativas para generar ingresos.
Tal es el caso de José Luis Ávila, chofer de una app de transporte. Él y unos compañeros decidieron vender en las calles gel antibacterial, cubrebocas y guantes.
Pero poco a poco han visto entorpecidos sus esfuerzos, pues los vecinos llaman a la policía para que los retiren; esta cuestión le preocupa a José Luis, ya que tiene que mantener a sus dos pequeñas hijas.
Distintas apps pidieron a sus usuarios por redes sociales no dejar de lado sus servicios, además de reafirmar sus medidas para cuidar al personal; no obstante, éstos están en espera de ellas.