La organización civil El Poder del Consumidor solicitó un amparo ante la Norma Oficial Mexicana sobre el etiquetado frontal, para lograr que leyendas y octógonos de advertencia alimentaria sean completamente visibles en envases y empaques.

Representantes de la ONG explicaron que, a pesar de ver mejoras en cuanto a las modificaciones de conducta alimentaria en la población, diferentes industrias han aprovechado huecos en la regulación vigente para ocultar información a los consumidores.
Afirman que diferentes empresas han hecho uso de tamaños de letra diminutos, ilegibles, con las leyendas de advertencia de ingredientes como cafeína y edulcorantes.
También han colocado octágonos de advertencia en áreas laterales o posteriores de empaques y envases, lo que genera que los consumidores no puedan identificar de manera directa las advertencias.
Tras esto, piden un reforzamiento en este etiquetado; así como en otros países de la región de América Latina como Argentina y Colombia.
Explicaron que estas mejoras regulatorias podrían haber sido adoptadas por las autoridades regulatorias en México; sin embargo, el proceso de revisión de la Norma Oficial no consideró ninguna mejora.

Piden mayor análisis para establecer normas
Recordaron que en abril de este año, la Secretaría de Economía decidió abrir las discusiones para modificar lo estipulado.
Sin embargo, afirman que las irregularidades que se llevaron en el proceso impidieron que se discutieran a profundidad las mejoras al etiquetado.
La organización anunció la presentación de un amparo frente al proceso de actualización de la norma llevado a cabo en 2025.
Esto, debido a que, durante los procesos de modificación no se permitió la discusión.
“El objetivo del amparo presentado es que se nos permita discutir aspectos fundamentales del etiquetado como el tamaño de las leyendas de advertencia o la posición de los octágonos", afirmó Javier Zúñiga, coordinador del área legal en El Poder del Consumidor.
Es importante mencionar que hubo varias irregularidades durante el proceso, por lo que, de no ser subsanadas, estaríamos frente a violaciones a los derechos de los consumidores, como el de la salud y la información”, comentó.

Inconsistencias en el proceso
Además, Katia García, docente e investigadora de Nutrición en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), indicó que el proceso para la modificación de la norma tuvo serias inconsistencias en comparación con la modificación que se realizó en el 2019.
Además resaltó la falta de espacios para la revisión de la norma como grupo de trabajo y la inatención a las constantes peticiones al respecto realizadas por los sectores libres de conflicto de interés.
A pesar de este panorama, la organización detalló que el etiquetado frontal de advertencia, adoptado en 2020, ha demostrado efectos significativos en la modificación de la conducta alimentaria de la población, así como en la reducción del consumo de nutrientes críticos como azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, y el contenido de productos procesados y ultra procesados.
En relación con el impacto del etiquetado en las decisiones de compra, los resultados de un estudio del Food Policy Study (IFPS por sus siglas en inglés) muestran que padres y madres reportaron cambios en sus compras en un 80 por ciento, seguido por los adultos con esfuerzos por mejorar sus hábitos alimentarios con un 75 por ciento.

AG