Con un concreto especial que resiste el agua salada, Cemex colaboró en la construcción de una barrera de dos kilómetros de largo capaz de absorber y disipar la energía de las olas provenientes del Golfo de México, así como la erosión que provocan, para proteger las instalaciones de la Refinería Dos Bocas de Tabasco.
En el municipio de Paraíso se alza una escollera compuesta por 3 mil 821 bloques de cemento Duramax, un material especial capaz de resistir la salinidad del mar; gracias a sus elementos de baja permeabilidad, esta obra disminuye el desgaste del terreno y protege la infraestructura cercana.
Concluido en un periodo de seis meses, este proyecto se caracterizó por el uso de moldes de cubos de gran tamaño. Además, para su levantamiento se usaron técnicas de endurecimiento acelerado, implementando una línea de producción continua con un proceso diseñado para brindar la solución óptima al requerimiento específico del cliente responsable de la obra.
Para un proyecto de alto impacto como este, fueron considerados los retos logísticos como las condiciones climático-ambientales, que fueron superadas con una planta de dosificación, un grupo de camiones revolvedores, un amplio equipo de conductores y una unidad laboral compuesta por una decena de expertos en ingeniería.
La escollera no solo protege las instalaciones de la Refinería Dos Bocas, sino que también brinda seguridad a la nueva zona habitacional de la Secretaría de Marina en ese lugar.
Actualmente, este es uno de los procesos constructivos de Cemex más novedosos y grandes de la entidad, reafirmando así su liderazgo como una empresa referente en el diseño de materiales que protegen la infraestructura de las costas mexicanas, uno de los patrimonios más importantes del país.
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