En algunos hogares el refresco suele estar sobre la mesa del comedor de México. De hecho, el país encabeza el consumo de dicha bebida a nivel mundial; lo que se traduce en problemas de salud pública. Por esto, se implementó un etiquetado especial desde 2020, pero no todas las marcas lo cumplen, indicó la Profeco.
El etiquetado de los productos debe mostrar claramente información veraz sobre el mismo: sus ingredientes (el tipo de azúcares que incluye), el valor nutrimental que aporta, si tiene cafeína, además del contenido neto. Para el caso del último punto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) encontró lo siguiente.
¿Cuáles refrescos te dan menos de lo que prometen?
Jumex Naranjada Frutzzo
- Precio: 14 pesos
- Contenido en etiqueta: 600 ml
- Contenido real: 582 ml
Zing sabor naranja
- Precio: 15 pesos
- Contenido en etiqueta: 3.3 l
- Contenido real: 3.24 l
Ameyal
- Precio: 26 pesos
- Contenido en etiqueta: 2 l
- Contenido real: 1.96 l
- Se promociona como un refresco frutal, pero no contiene rastro de ningún tipo de jugo o pulpa natural.
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¿Qué recomienda la Profeco al consumidor?
Leer a detalle las etiquetas antes de comprar un refresco (y cualquier producto en general) te permitirá valorar el aporte nutricional que el producto, en este caso el refresco, brinda al consumirlo, o si al contrario los ingredientes de su fórmula presentan un riesgo para la salud (por alguna alergia o sensibilidad del cuerpo).
También se debe prestar atención a las leyendas sobre el contenido de cafeína, y calificar el contenido energético (calorías) que contiene la bebida. Con especial atención si el refresco será consumido por niños, ya que si no son aptos para ellos la etiqueta debe indicarlo.
Por último, es imprescindible consultar a un profesional de la salud sobre las consecuencias del consumo de bebidas azucaradas en el organismo. De igual forma, mantenerse actualizado respecto a los análisis de hace la procuraduría a los productos en el mercado.
SNGZ
