La baja en los precios del combustible y los productos manufacturados desaceleraron la inflación de Estados Unidos el mes pasado, según mostraron datos oficiales del Departamento de Comercio.
Las menores presiones sobre los precios revirtieron algunos aumentos en agosto y podría verse como un respaldo a la decisión de la Reserva Federal de reducir las tasas de interés.
En septiembre, el índice PCE, de gasto de los consumidores -medida favorita de la Fed para monitorear la evolución de precios- se mantuvo en los niveles de agosto, acorde con las expectativas de analistas.
Los precios de alimentos se mantuvieron sin cambios mientras que los de la energía cayeron por segundo mes consecutivo.
Contra septiembre del año pasado, el índice se desaceleró a 1.3 por ciento, en su marca más débil desde febrero.
Sin contemplar los precios volátiles de los alimentos y combustibles, el índice básico también se mantuvo estable en comparación con agosto, y en su comparación anual también se desaceleró, a 1.7 por ciento.
Algunos economistas dicen que el aumento de los salarios y la escasez de mano de obra han comenzado a impulsar la inflación de Estados Unidos.
GGA