En los días más felices, los capitanes de la industria se apresuraron a invertir sus fortunas en franquicias deportivas. Parte de la motivación era la oportunidad de unirse a un club exclusivo y conseguir un activo de trofeo, pero las inversiones también funcionaron bien, ya que se dispararon los derechos televisivos y digitales de la transmisión de partidos.
Ahora que los mercados de valores van en descenso y las tasas de interés están subiendo, es probable que los compradores potenciales sean más cautelosos con el riesgo. De todos modos, dos destacados equipos deportivos de Estados Unidos están desafiando el entorno. El propietario de los Soles de Phoenix basquetbol puso el equipo en venta después de verse implicado en un escándalo de mala conducta en el lugar de trabajo. El equipo de beisbol Ángeles de Anaheim también anunció que busca un comprador después de 20 años de propiedad.
Los dos pagaron cientos de millones de dólares y es probable que reciban pagos multimillonarios. A principios de este año, los Broncos de Denver se vendieron por un precio récord de 4 mil 600 millones de dólares, mientras que el Chelsea Football Club cambió de manos por 4 mil 250 millones de libras. Es posible que esos récords no puedan superarse durante algún tiempo.
Diversas ligas deportivas estadunidenses han subastado sus derechos de medios a cambio de grandes fortunas. Una conferencia de futbol americano universitario de Estados Unidos firmó un acuerdo con varias cadenas para retransmitir partidos por mil 100 millones de dólares al año, más del doble que antes.
Un aumento similar se registró en el futbol americano profesional de Estados Unidos. La agencia S&P pronostica que el flujo anual de efectivo de la cadena de televisión deportiva ESPN caerá 60 por ciento de aquí a 2025, en gran parte debido a la escalada de la tarifa de los derechos que debe.
Los precios multimillonarios redujeron naturalmente el universo de compradores, aunque la clase multimillonaria está creciendo. Es posible que la escasez de equipos deportivos impulse sus valoraciones de reventa. El capital institucional, procedente de fondos de capital privado especializados como Dyal Capital y Arctos Sports Partners, convirtió a los equipos en una clase de activos estandarizados más ordinaria; sin embargo, la creación de activos de este tipo requiere rendimientos económicos que van más allá de la vanidad. Esto crea una posible desconexión entre compradores y vendedores.
