Jerome Powell defendió la autoridad de la Reserva Federal sobre las medidas monetarias de Estados Unidos, ya que prometió “centrar la atención en los datos” y evitar meterse en política a pesar de los llamados de la Casa Blanca y algunos legisladores para reducir los costos del endeudamiento.
La Fed se enfrenta al mayor desafío a su independencia para fijar las tasas de interés desde la década de 1980, pues Donald Trump afirmó durante su primera semana de regreso a la Casa Blanca que entendía la política monetaria mejor que el banco central. También dijo que los costos de los préstamos deben ser más bajos.
El presidente de la Fed, dijo a los legisladores del Comité Bancario del Senado que el organismo central tiene más posibilidades de contener los precios si se mantiene al margen de la contienda, y a su vez se le permite continuar con su trabajo de fijar las tasas de interés libres de interferencias políticas.
“Haremos mejores políticas, mantendremos la inflación más baja, si nos enfocamos en hacer nuestro trabajo y nos mantenemos al margen de la política, de las elecciones y no tratamos de favorecer o perjudicar a ningún partido o filtro político y tratamos de centrar la atención en los datos”, dijo Powell en su primera aparición ante el influyente comité desde que Trump regresó a la presidencia. “Si empezamos a poner filtros políticos, seremos menos eficaces en nuestro ya de por sí bastante difícil trabajo”.
Powell se mostró firme en que cualquier decisión de Trump de despedir a uno de los siete miembros de la junta de gobernadores de la Fed “claramente no está permitida por la ley”.
Los comentarios se producen en un momento en que algunos demócratas temen que la Fed ya esté respondiendo a la presión de los republicanos.
Los senadores demócratas en la audiencia citaron los planes de la Fed de revisar las reglas sobre las llamadas pruebas de estrés para los bancos más grandes del país, la salida de su supervisor jefe Michael Barr de ese cargo y su decisión de abandonar la Red para Enverdecer el Sistema Financiero como pruebas de que están sucumbiendo a los ataques.
Sin embargo, Powell dejó en claro que, en lo que respecta a la política monetaria, la Fed no va a responder a la presión de la nueva administración y los legisladores de ambos partidos para recortar las tasas de interés rápidamente.
El presidente de la Fed reiteró que el fuerte crecimiento significa que los responsables de fijar las tasas “no tienen prisa” por reducir los costos de endeudamiento por debajo de su nivel actual de entre 4.25 y 4.5 por ciento.
En una audiencia dominada por las preocupaciones de los demócratas sobre el desmantelamiento de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por su sigla en inglés) por parte de la administración Trump y las afirmaciones republicanas de que muchos estadunidenses de tendencia derecha están siendo desbancarizados debido a sus inclinaciones políticas, Powell se negó a dar detalles sobre cuáles pueden ser las posibles consecuencias económicas de las acciones del presidente.
“Todavía queda por ver qué políticas arancelarias se van a implementar. Sería imprudente especular cuando realmente no lo sabemos. Vemos propuestas, pero es muy difícil decir qué sucederá”, advirtió Powell. “En realidad no se trata solo de aranceles. Se trata de aranceles, inmigración, política fiscal y política regulatoria. Intentaremos darle sentido y hacer lo que sea correcto para la política monetaria”.
Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal prometió notificar al comité si el multimillonario del sector de tecnología Elon Musk u otros miembros de su llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) intentan acceder a los datos o sistemas de pagos de la Fed, o toman otras medidas que amenacen la independencia operativa del banco central.
Hasta ahora, Musk ha centrado sus esfuerzos en acceder al sistema de pagos del Tesoro de Estados Unidos y no al de la Reserva Federal.
