Los “asombrosos excesos en la política fiscal” de Donald Trump y sus ataques a la independencia de la Reserva Federal pueden mermar la posición de Estados Unidos como refugio seguro por excelencia para los inversionistas extranjeros, advirtieron economistas encuestados por Financial Times.
La encuesta, que realizó el Centro Kent A. Clark para Mercados Globales de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, reveló que más de 90 por ciento de los economistas encuestados se mostró preocupado o muy preocupado por el papel de los activos con denominación en dólares estadunidenses como refugio seguro durante los próximos cinco a diez años.
Esta semana, la Casa Blanca insistió en que las políticas económicas de Trump ayudarán a reducir la deuda de EU, en su último intento por convencer a los halcones fiscales (los políticos que tienen una línea dura en materia fiscal) del Senado y lograr la aprobación del proyecto de ley fiscal insignia del presidente.
Sin embargo, estimaciones independientes, incluidas las del organismo regulador fiscal, la Oficina de Presupuesto del Congreso, indican que las medidas que se contienen en el proyecto de ley presupuestario —al que Trump denominó “el grande y hermoso proyecto de ley”— a finales de esta década impulsarán la deuda federal estadunidense por encima de su máximo anterior después de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien el dólar suele apreciarse durante episodios de pánico en los mercados globales, la fuerte caída de las bolsas globales después de la presentación de agresivos aranceles recíprocos el 2 de abril se sumó a una depreciación de la moneda estadunidense.
El índice de referencia S&P 500 ya se recuperó desde entonces y se encuentra en un máximo histórico, ante la esperanza de que las políticas económicas de Trump no descarrilen el crecimiento ni impulsen la inflación en la economía más grande del mundo.
“Los activos refugio son el franco suizo y el oro. De hecho, EU parece un mercado emergente, donde la incertidumbre política genera primas de riesgo cada vez mayores que empujan al alza los rendimientos a largo plazo y el valor de la moneda a la baja”, dijo Saroj Bhattarai, de la Universidad de Texas en Austin.
El dólar cotiza en su mínimo de tres años en medio de preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal y dudas sobre la independencia de la Reserva Federal, mientras Trump continúa criticando a su presidente, Jerome Powell, por su renuencia a recortar las tasas de interés ante la preocupación de que la guerra comercial global pueda impulsar la inflación.
“Un asombroso exceso en la política fiscal está prácticamente garantizado, y eso invita, aunque no garantiza, a un cambio de opinión sobre los activos en dólares”, señaló Robert Barbera de la Universidad Johns Hopkins.
“¿Combinar esta nueva realidad con una toma de control de facto de la Fed por parte de la Casa Blanca, ya sea mediante el despido de Powell o promoviendo un mediocre como reemplazo? Eso me hará pasar de estar preocupado a estar muy, muy preocupado”.
El mandato de Powell termina en mayo de 2026 y se especula que Trump puede anunciar de manera anticipada a su sucesor en un intento por socavar la posición del presidente de la Fed.
“Los déficits fiscales, las acciones deliberadas del gobierno para reducir la cuenta financiera de EU y devaluar el dólar, la incertidumbre sobre la sucesión en la Fed y las preguntas sobre la independencia de la Reserva Federal afectan (la condición de refugio seguro del dólar)”, dijo Anna Cieslak de la Universidad de Duke.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EU, que suelen caer en épocas de volatilidad del mercado, subieron a principios de abril. Si bien el de referencia a 10 años ya cayó desde entonces a alrededor de 4.3 por ciento, muchos economistas creen que pronto puede alcanzar 5 por ciento, un nivel que generará preocupación en la administración Trump.
Casi tres cuartas partes de los 47 encuestados pronosticaron que el rendimiento de la deuda a 10 años superará 5 por ciento para mediados del próximo año.
“Los bonos del Tesoro estadunidense tal vez dejaron de ser un activo seguro”, dijo Evi Pappa, de la Universidad Carlos III de Madrid. “Observen lo que ocurrió el ‘día de la liberación’ con los rendimientos a 10 años en comparación con los europeos”.
Previsiones pesimistas
Los economistas se mostraron más pesimistas respecto a las perspectivas para EU desde su última encuesta en marzo.
La expectativa promedio ahora es que la economía más grande del mundo se expanda 1.5 por ciento a lo largo de este año, ligeramente por debajo de la estimación de 1.6 por ciento de la primavera.
Encuestas independientes que se realizaron a economistas y a hogares y empresas estadunidenses muestran que los pronósticos de crecimiento y confianza se desplomaron después del anuncio de los aranceles del 2 de abril, pero desde entonces se recuperaron parcialmente gracias a la tregua comercial entre EU y China y al aumento de los precios de las acciones.
Los economistas tomaron una posición más de línea dura sobre las presiones inflacionarias, con las expectativas medianas de inflación subyacente del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE) este año subiendo de 2.8 por ciento en marzo a 3 por ciento en junio, ante la expectativa de que los aranceles se trasladarán a los consumidores.
Sin embargo, solo unos cuantos encuestados creen que hay más de 50 por ciento de probabilidades de que la inflación subyacente del PCE llegue a superar 4 por ciento y la tasa de desempleo 5 por ciento en cualquier momento entre ahora y finales de 2026.
Una lectura mejor de lo esperado del índice de precios al consumidor en mayo aumentó la esperanza de que una parte menor de lo que se temía del costo de los aranceles se va a trasladar a los consumidores estadunidenses.
Pero la cifra anual de inflación del gasto básico de consumo personal en mayo, publicada el viernes, subió ligeramente a 2.7 por ciento, desde 2.6 por ciento el mes anterior.