Negocios

La inteligencia artificial fortalece el dominio del inglés en el sector laboral

Se estima que 90% de los datos de entrenamiento de los sistemas de IA actuales se genera en ese idioma; la tecnología hará que la lengua más hablada del mundo sea más valiosa

Entrar en la Oficina Oval de Donald Trump es una prueba para cualquier líder extranjero. El mes pasado, el canciller alemán, Friedrich Merz, tuvo una calificación sobresaliente. “Habla un inglés muy bueno”, quedó maravillado Trump. “¿Podría decir que es tan bueno como su alemán?”.

Merz, abogado principal del bufete internacional Mayer Brown hasta 2021, es conocido por tener un mejor inglés que sus predecesores, Angela Merkel y Olaf Scholz, y considera este idioma crucial para su gobierno. Asumió el cargo y dijo que solo nominaría a candidatos ministeriales de su partido que hablaran un inglés “al menos adecuado para el uso cotidiano”.

El dominio del inglés —considerado el idioma más hablado de la historia, con mil 500 millones de personas que lo usan en todo el mundo (incluidos 375 millones de hablantes nativos)— se convirtió en una cualificación indispensable para puestos de alto nivel en muchas profesiones, marginando a los que solo lo hablan de forma aceptable. Su dominio se fortalece a medida que la inteligencia artificial da forma a una nueva era lingüística. “Se estima que 90 por ciento de los datos de entrenamiento de los sistemas de IA generativa actuales proviene en inglés”, escribe Celeste Rodríguez Louro, de la Universidad de Australia Occidental. A medida que más empleos requieren trabajar con IA, los anglófonos nativos se beneficiarán.

Según un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard, compañías multinacionales como Airbus, Renault y Samsung exigen el inglés como idioma corporativo común. Incluso en Japón, que no suele exigir un nivel de inglés tan alto a sus trabajadores, empresas como Sharp y el grupo de comercio electrónico Rakuten operan en inglés.

A juzgar por las ofertas de trabajo europeas, los empleadores rara vez valoran otro idioma extranjero que no sea el inglés. En un informe de la OCDE se analizaron las vacantes en línea en la Unión Europea y Reino Unido en 2021. Once millones —22 por ciento— exigían explícitamente el conocimiento del inglés. El siguiente idioma más solicitado, el alemán, figuraba en 1.7 por ciento de los anuncios, a menudo para el sector turístico.

El inglés ocupaba un lugar destacado, exigido implícita o explícitamente para la mitad de los puestos directivos y profesionales.

El informe fue un duro golpe para los que hablaban idiomas que antes se consideraban importantes. Solo 1.1 por ciento de los anuncios exigían francés, apenas más de 0.8 por ciento que pedía el euskera, mientras que 0.4 por ciento pedía el italiano. El mandarín, el idioma con más hablantes nativos, considerado en su día por padres occidentales ambiciosos como un activo esencial para el futuro laboral, se solicitó solo en 1.3 por ciento de las vacantes europeas, sobre todo en el sector servicios o turístico.


Nuevo panorama

Los estudiantes de la Unión Europea se han adaptado al nuevo panorama lingüístico: 96 por ciento aprendió inglés como lengua extranjera en 2020. Solo 27 por ciento cursó el español, la segunda lengua más estudiada, según informó Eurostat. Entre 2012 y 2021 se registró un descenso de 31 por ciento en el número de estudiantes admitidos en programas de estudios chinos en Reino Unido, de acuerdo con la Agencia de Estadísticas de Educación Superior. El descenso en ruso es aún más drástico.

El inglés ayuda a construir relaciones entre personas con diferentes idiomas nativos. Recordemos el video, grabado la mañana de la invasión de Rusia a Ucrania en 2022, en el que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llamó a su par francés, Emmanuel Macron, y le suplicó, en inglés, que le dijera a Vladímir Putin que se detuviera. El idioma compartido entre ambos creó complicidad.

Con el inglés como lengua dominante en entornos internacionales, invertir tiempo en aprender otros idiomas es posible que ya no valga la pena. Pasé 10 años estudiando alemán, pero la mayoría de los alemanes con los que me reúno ahora son, en realidad, bilingües y no me dejan hablar su lengua materna. Cuando los no nativos hablan inglés, esto puede dar ventaja a los nativos, por ejemplo, en negociaciones o al hablar en público.

Pero hay ocasiones en las que saber otros idiomas todavía ofrece ventajas subestimadas. Un hablante nativo de inglés en una empresa con sede en París del sector de seguros, que opera principalmente en inglés, escribe que “el dominio a nivel nativo de la lengua materna de la empresa (el francés en mi caso) es la clave para un verdadero progreso en las compañías europeas”.

Y añade: “Cualquier conversación importante se traslada al francés. Esto mantiene a los que están adentro, adentro, y a los de las oficinas de Madrid, Múnich, etcétera, fuera. Es difícil superar esa barrera sin un francés totalmente fluido para participar en estas conversaciones paralelas”.

Incluso si una junta oficial es en inglés, las conversaciones clave posteriores en el bar o en el grupo de WhatsApp pueden ser en francés, señala, mientras que muchos clientes quisieran ser atendidos en su propio idioma.

Un británico que trabaja en Países Bajos para una empresa con sede en Reino Unido afirma que aprender holandés le benefició profesionalmente. ¡Podía entender lo que la gente murmuraba sobre mis colegas ingleses! Podía entender los chistes. Me trataban como a un igual, con respeto por mis logros lingüísticos, y podía participar en las juntas.

Aprender el idioma de la otra persona también es una muestra de cortesía que se recompensa.

Crecí en Países Bajos y me beneficia hablar holandés con fluidez. Casi todos los holandeses que conozco en el trabajo hablan inglés, pero conversar en holandés puede generar confianza y cooperación rápidamente. Compartir un idioma menos conocido en un mar de personas que no lo hablan es como pertenecer a un club exclusivo. Crea una poderosa red de contactos. Aun así, me tomó nueve años de formación viviendo en Países Bajos adquirir esas ventajas.

Tecnología de traducción

El desarrollo de la IA generativa puede significar que solo la excelencia en un idioma sea útil; tal vez ya no tenga mucho sentido solo tener unas cuantas palabras y frases, el nivel al que aplicaciones como Duolingo llevan a la mayoría de los estudiantes.

Las interacciones cotidianas ahora pueden manejarse mediante traducción automática de voz. De igual forma, los ejecutivos ya no necesitan escribir también en inglés, ya que sistemas de traducción automática como DeepL pueden hacerlo por ellos (aunque los traductores sugieren que un humano nativo revise el resultado de la inteligencia artificial cuando exista un riesgo legal o para la reputación). La tecnología de traducción reduce una ventaja histórica de los angloparlantes en entornos internacionales: a menudo se les elegía para escribir informes o comunicados corporativos, lo que les daba poder para dar forma al contenido.

He visto un aumento en el nivel de inglés que hablan las personas en lugares de trabajo: el globish, la versión simplificada y sin matices del inglés, fue reemplazado por el inglés coloquial.

Por ejemplo, ahora hay menos reuniones de la Unión Europea que comienzan con un orador diciendo, en franglais: “¡Les deseo un buen trabajo!”.

Un hablante no nativo de inglés que trabaja en el sector bancario en EU informa: “Para colaborar con colegas de todo el mundo, lo mejor es usar el inglés de negocios más sencillo, sin ambigüedades ni malentendidos. Sin embargo, en puestos directivos, ser nativo, conciso y ser ingenioso con las palabras se considera una ventaja. Mi jefe (hablante nativo) estudia literatura en una universidad de la Ivy League. Sus expresiones cambian fácilmente de intelectuales a malas palabras, y siempre provocan risas”.

Los acentos en inglés también importan. Los sociolingüistas creen que los acentos no nativos de inglés de Europa occidental, como el alemán, son más valorados “que los acentos de otras regiones económicamente menos desarrolladas”, escriben las académicas Martyna Śliwa y Marjana Johansson.

El resultado es un mercado laboral de dos niveles en el que los altos puestos que tienen contacto internacional están reservados para una élite que habla inglés con fluidez. Un especialista de una aseguradora internacional señala: “Las personas que no se comunican bien en inglés se desvían hacia actividades locales. Se vuelven menos relevantes”.



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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Notivox Diario.

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