Agobiada por la inflación y las secuelas de la pandemia, América Latina se encuentra en una coyuntura crítica. Si no se llevan a cabo reformas, podría volver a la deslucida tasa de crecimiento anterior a la pandemia, de alrededor de 2.5 por ciento, con mayor pobreza, desigualdad y polarización política.
Sin embargo, los críticos que culpan a los gobiernos por las políticas que exacerban las desigualdades y ahogan la inversión pasan por alto una consideración vital: la falta de confianza entre los ciudadanos. Los gobiernos que se enfocan en crear confianza pueden mejorar las probabilidades de éxito de las reformas.
Los efectos de la desconfianza son generalizados. La renuencia a pagar impuestos hace que la recaudación fiscal de la región sea 13 puntos porcentuales del PIB inferior a la de los países de la OCDE. La economía informal es mayor en casi 20 puntos porcentuales del PIB.
La informalidad es mayor cuando las empresas y los trabajadores no creen que los demás cumplan las regulaciones del gobierno. En consecuencia, casi 60 por ciento de los trabajadores de la región trabajan en empresas informales, que son menos productivas y ofrecen menos prestaciones a los empleados.
La desconfianza distorsiona lo que los ciudadanos quieren del gobierno. La mayoría cree que no se puede confiar en que los funcionarios públicos vayan a invertir eficazmente en el interés público. Los escándalos de corrupción aumentan el escepticismo. En consecuencia, los gobiernos tienen problemas con las políticas a largo plazo que impulsan el crecimiento, como las reformas fiscales, laborales y de pensiones, el apoyo a la investigación y el desarrollo, la apertura al comercio y el gasto en infraestructuras.
¿Qué se puede hacer? Los gobiernos pueden ayudar a los ciudadanos a estar más informados. Pueden facilitar la información sobre sus decisiones fiscales y de gasto, y sobre quién paga los impuestos. Pueden ser más transparentes sobre cómo regulan y cómo la regulación afecta al bienestar de los ciudadanos.
La solución al bajo crecimiento, la desigualdad y el debilitamiento del apoyo a la democracia es convertir la confianza en un objetivo explícito de la política pública. La recompensa potencial es un mayor apoyo público a las reformas.
srgs