China completó su mayor ronda de financiamiento hasta la fecha en apoyo a su asediada industria de chips, con el denominado “gran fondo” recaudando 344 mil millones de yuanes (47 mil millones de dólares) para ayudar a la campaña de autosuficiencia del presidente Xi Jinping frente a los esfuerzos de Estados Unidos por restringir el acceso del país a la última tecnología.
La tercera ronda del fondo, oficialmente denominado Fondo Nacional de Inversión en la Industria de Circuitos Integrados Fase III, es la mayor reserva de capital de China destinada a generar empresas y tecnologías para superar lo que Pekín llama “puntos de estrangulamiento” para su industria de chips. Se constituyó a partir de contribuciones del Ministerio de Finanzas, gobiernos locales, empresas y, por primera vez, bancos estatales.
Se produce en medio de una creciente carrera tecnológica con Occidente y hace eco de los esfuerzos de Washington y las capitales europeas para construir sus propias industrias nacionales de semiconductores. EU otorgó miles de millones de dólares en subsidios para que grupos construyan plantas de chips en suelo estadunidense.
El “gran fondo” recaudó 139 mil millones de yuanes y 200 mil millones en 2014 y 2019 y tiene un historial de apoyo a los campeones chinos de chips e impulso del crecimiento de la industria.
Personas cercanas al asunto dijeron que el tercer fondo se centrará en los fabricantes chinos de equipos para plantas de chips, después de que las dos rondas anteriores invirtieron capital en el armado de semiconductores.
La noticia de la ronda de financiamiento impulsó a una serie de acciones de la industria de semiconductores en China. Las acciones de SMIC, el principal fabricante de chips de China, subieron 7 por ciento en Hong Kong, mientras que su rival Hua Hong se elevó casi 5 por ciento. Los títulos del fabricante chino de equipos de grabado Naura aumentaron más de 5 por ciento. Después de que Pekín aprobó una tercera ronda para el “gran fondo”, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT, por su sigla en inglés), que dirige la iniciativa, tuvo dificultades para recaudar capital de los gobiernos locales y las empresas estatales que se tambaleaban por una recesión económica.
Esto llevó a que también se solicitara financiamiento a los bancos estatales del país. Los seis bancos estatales más grandes de China —incluido el Banco Industrial y Comercial de— ahora se incorporaron como accionistas, según el registro corporativo administrado por el gobierno. Las seis entidades poseen una participación combinada de 33.1 por ciento en el tercer fondo de chips, aportando un capital de 114 mil millones de yuanes.
La investigación sobre la corrupción en el “gran fondo” de China proyecta una sombra sobre el sector de chips.
El fondo cuenta con 19 accionistas, de los que el Ministerio de Finanzas, con una aportación de alrededor de 60 mil millones de yuanes, es el más grande, con una participación de 17.4 por ciento. China Development Bank Capital, afiliado del principal policy bank (instituciones financieras profesionales sin fines de lucro creadas por el gobierno y que tienen como objetivo implementar las políticas económicas del país y llevar a cabo negocios financieros en campos específicos) del país, es el segundo más grande, con una participación de 10.5 por ciento. Gigantes estatales como China National Tobacco Corporation y China Telecom también invirtieron en el nuevo fondo.
El “gran fondo” está presidido por Zhang Xin, un funcionario que antes trabajó como inspector de primer nivel en el departamento de planeación del MIIT. Zhang fue ascendido al fondo el año pasado después de que una ardua investigación anticorrupción tumbó a su anterior líder, Ding Wenwu, y a más de 10 ejecutivos más vinculados al fondo.
